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3 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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La “Rebelión de Chicoana” y el “Combate de Cerrillos”

Domingo, 26 de enero de 2014 01:34
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Dejando atrás el polémico encuentro de San Martín y Belgrano de enero de 1814 en Metán (Viejo), ahora pasamos a recordar otros dos hechos históricos que sucedieron luego de aquel histórico abrazo. Uno es el inicio de la guerra de recursos en Chicoana y el otro, el Combate de Cerrillos, ambos, ocurridos el mismo día, a fines de enero de 1814.

Recordemos que por ese mes y año, el jefe de la retaguardia del Ejército del Norte era el coronel Manuel Dorrego, quien desde el enfrentamiento de las Lomas de San Lorenzo (21/01/1814) se había replegado a Los Cerrillos dejando partidas volantes en el río Arias. De Los Cerrillos pasó a Guachipas en tanto la vanguardia realista con Saturnino Castro como jefe ocupaba la ciudad de Salta. Ya en Guachipas, Dorrego reunió todas las milicias salteñas que encontró, entre ellas, la calchaquí encabezada por Bonifacio Ruíz de los Llanos.

Allí estableció su cuartel general y tomó dos medidas: primero transformó la retaguardia en avanzada (vanguardia) del Ejército que ya estaba en Tucumán (27/01/1814), y segundo, designó al coronel Pedro José Saravia, jefe de la Avanzada de Guachipas que operó entre Cerrillos y San Agustín, mientras él conservaba la jefatura de la Avanzada del Juramento. Saravia y Dorrego ocuparon esos puestos hasta que el coronel San Martín los reemplazó por el capitán Martín Miguel de Gemes, que quedó como jefe de todas las avanzadas (Guachipas y Pasaje) en febrero de 1814.

La rebelión de Chicoana

Y mientras ocurrían cambios en las filas del Ejército del Norte, el jefe realista, el salteño Saturnino Castro ocupaba Salta desde el 22 de enero. Apremiados por el hambre los españoles comenzaron a hacer de las suyas en el Valle de Lerma. Esto hizo que enviaran partidas para apoderarse de cualquier alimentos que encontrasen a su paso por los pueblos aledaños a la ciudad. Así fue que una de estas patrullas llegó a Chicoana, unas diez leguas al sur de Salta.

Según el historiador Alberto Cajal: “Son 30 soldados armados con tercerola y sables, al mando del teniente Eznarro, natural del Cuzco, los que irrumpen en Chicoana, constituyéndose en árbitros de la indefensa población. Y los pacíficos vecinos deben presenciar insolencias y exacciones de Eznarro, quien evidencia su odio a “los insurgentes”. En un principio se soporta -continúa Cajal- el altanero menosprecio, la suficiencia del vencedor implacable. Más en el vecindario revienta la impaciencia. ¿Pero que hacer sin armas, contra esos hombres de guerra envalentonados y tan propicios a la ferocidad del tigre?

Sin embargo Chicoana, que no tiene mucho aguante para tolerar la situación, se rebela: El primer domingo (desde la llegada de los realistas), al salir de la misa estalla la chispa, cuando los vecinos se detienen a comentar la situación, oyéndole decir a uno de ellos: “No hay más que alzarnos contra esa canalla”. Sorprendidos y como iluminados, lo miran todos, en tanto otro pregunta: “¿Y con qué armas?” Tallando entonces un tercero contesta: “­Con las que les quitemos!”. Esa es la idea -prosigue el historiador- que abre las puertas a las hostilidades. De ahí que nada resulte tan fácil como seguir a don Luis Burela, que se pone al frente de sus peones y sorprende a la guardia realista, desarma al Teniente y a sus soldados; terminando así, por un audaz golpe de mano, con el ultraje que es para Chicoana la dominación de Eznarro.

Sagaz iniciativa, feliz corazonada la de don Luis Burela y su gente. En cabalgata guerrera avanzan dispuestos a hostilizar al enemigo, dirigiéndose a Cerrillos”, detalla Cajal.

El avance de Burela

Gracias a la fuga de alguno de los soldados de Eznarro, los realistas que ocupan Salta se enteran del sucedido de Chicoana y de inmediato envían una compañía de infantería de línea rumbo a Cerrillos. Es entonces que en ese pueblo los jinetes de Burela “caen como el rayo sobre los del Rey, que sorprendidos por la rapidez de la carga, apenas si tienen tiempo de aprestarse para el combate”.

La fulminante victoria de Luis Burela en Cerrillos culmina con el envío de un nuevo contingente de prisioneros a Tucumán. ¡La guerra de recursos ha comenzado! Según datos aportados por el historiador Alberto Cajal, tanto la “Rebelión de Chicoana” como el “Combate de Cerrillos” habrían ocurrido el 30 de enero de 1814. La ocupación de Salta por los realistas fue el sábado 22 de enero de 1814, luego del enfrentamiento de las Lomas de San Lorenzo, ocurrido el día anterior.

Tomando datos de Cajal la Rebelión de Chicoana habría ocurrido el domingo 30 de enero de 1814. De todos modos, solo el estudio de la documentación del envío de los prisioneros a Tucumán puede certificar la fecha.

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