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Existen muchas razones por las cuales podríamos querer la presencia de una mascota en casa. Aparte de la compañía que representa y que puede traer mucha alegría al hogar, existen estudios de lo más diversos con elocuentes resultados acerca de las virtudes de vivir con animales. La pregunta es ¿vamos a comprar o a adoptar? La adopción de mascotas sin hogar poco a poco se vuelve tendencia, pero primero echémosle un vistazo a las principales razones para querer una. Entre los beneficios de tener una mascota se ha encontrado que acariciarlas reduce la presión arterial y produce efectos relajantes sobre el organismo. Otorgan seguridad, confianza, sensación de protección y estimulan el contacto físico, la comunicación y el aprendizaje en los niños. Hacen que muchas personas no se sientan solas y se sientan útiles, llegando a incrementar su autoestima, sobre todo en niños.
Con respecto a la compañía que ofrecen a quienes deben enfrentarse a un tratamiento médico, las mascotas reducen el tiempo de recuperación del paciente. También reducen las posibilidades de depresión y estimulan la interacción con otros y nos mantienen en forma con la actividad física del paseo. Las mascotas refuerzan el sentimiento de autosuperación ante situaciones adversas de la vida y, por último, nos ayudan a desarrollar la empatía con todos los animales, inclusive los humanos.
Hoy en día, muchas personas creen que una mascota -como ser viviente y sintiente- no puede ni debe ser parte de una transacción económica, al igual que cualquier otro objeto de consumo, como lo es una mesa o una silla. Es muy común encontrar frases como “los amigos no se compran”, lo cual suena bastante racional. También se ha comenzado a valorar la idea de que cada mascota es singular, única e irrepetible y que cada perro o gato viene con un carácter único, una historia propia a través de la cual vamos a poder aprender, debido a que es casi imposible no reparar en su gratitud y su amor incondicional. Debido a su constitución genética ecléctica, las mascotas sin raza padecen de males en una medida comparativamente menor que las de raza, tendiendo también a ser más longevas. Nada mejor que saber que nuestro amigo de cuatro patas nos va a acompañar por mucho tiempo. Otro argumento sólido a la hora de decidir adoptar un animal es la sobrepoblación de perros y gatos sin hogar, necesitados de afecto y cuidado, expuestos a los peligros de la calle y a la indiferencia.
Para tener en cuenta a la hora de elegir al nuevo amigo
Una ventaja a la hora de decidir adoptar -que no es un detalle menor- es que no vamos a necesitar pagar por la mascota. Se trata simplemente de contactarse con las asociaciones protectoras (en Salta casi todas tienen Facebook: Cadena Mascotera, Mapa Salta, Apan, Luba Salta) o ir al refugio más cercano, o tal vez al más sobrepoblado, y sentir qué animal será nuestro mejor amigo y compañero fiel.
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de adoptar una mascota?
El estilo de vida de nuestra familia. El tamaño, el tipo de pelaje, el carácter y necesidades físicas de la mascota. La cantidad de espacio disponible en casa y el espacio donde el animalito pasará la mayor parte de su tiempo. El tiempo que tendremos para brindarle compañía, actividad física y cuidado. Los costos asociados a su alimentación y atención veterinaria. Por otro lado, cualquier persona se conmueve con un cachorrito. Esto tiene una explicación científica: liberamos endorfinas y oxitocina -las hormonas de la felicidad- cuando los vemos. Pero un abuelo (perro de más de 10 años) también puede ser una excelente y dulce compañía.