inicia sesión o regístrate.
Cuando cambia el viento en materia económica, se resiente el nivel de actividad, el país no puede bajar su déficit, los salarios no acompañan a la inflación y se encarece el costo del dinero, quienes están endeudados pueden sufrir un gran dolor de cabeza.
En particular, aquellos que tomaron préstamos a tasa variable. Y, claro está, ese dolor de cabeza se agiganta si el compromiso asumido es muy elevado y a varios años, tal como sucede en el caso de los créditos hipotecarios. Un informe publicado en el sitio iProfesional, responde a muchos interrogantes sobre el tema.
Por estos días, son muchos los argentinos que padecen esta situación y ya se muestran “inquietos” por las dificultades presupuestarias que enfrentan y enfrentarán ante la suba en las cuotas que deben afrontar mes a mes.
Y tienen motivos para estar preocupados. Es que la tasa de referencia Badlar (parámetro a partir del cual se articula el sistema de tasas en el país) sufrió un notable incremento en este último tiempo.
En apenas un año, pasó de un módico 15% (marzo 2013) al actual 26 por ciento. Claro está que este parámetro es apenas el punto de inicio a partir del cual se estructura el costo de un crédito hipotecario.
En abril se sentirá
Sobre la base del aumento en la tasa Badlar, los bancos aplican, en general, un incremental que suele ir de los 3 a los 5 puntos porcentuales. Tomando un promedio del sistema, el rendimiento nominal anual (tasa Badlar más dicho incremental) pasó en menos de doce meses del 19% a nada menos que un 30%. Cabe señalar que la mayoría de los bancos ajustan el costo base por trimestre vencido. Es decir, con los niveles vigentes a fines de marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año.
Es por ello que, en términos generales, el efecto pleno de la disparada de tasas pegará de lleno en los bolsillos de los deudores a partir de las cuotas de abril.