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Mauricio Guerra: “Me curé con biomagnetismo y dije ¿por qué no decirlo ?”

Domingo, 18 de mayo de 2014 01:11
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Mauricio Guerra es el actual director de la Escuela Internacional de Terapias Complementarias de Salud con sede en Chile, Argentina, Uruguay, y a partir del próximo mes en Brasil. Es ingeniero civil y formador de terapeutas en Biomagnetismo y Bioenergética. Próximamente lanzará el libro “Microenergética, sanando desde la raíz”, en el que dará una versión 2.0 sobre nuevos descubrimientos energéticos del cuerpo humano.

En Salta estuvo dictando este fin de semana capacitaciones en biomagnetismo medicinal y microenergética medicinal en la Escuela de Terapia Floral Integrada de Salta (Alvear 672). En diálogo con El Tribuno, se refirió a esta terapia, cuya efectividad está siendo reconocida en el mundo.

¿Cuándo inició sus estudios en biomagnetismo medicinal?

Los estudios de esta técnica los comencé en 2001, a raíz de una experiencia personal muy dura (diagnóstico de cáncer). Me llamó la atención y estudié biomagnetismo medicinal. Desde ahí mi vida cambió en todo sentido. Reconocí que la enfermedad era producto de la gran responsabilidad que tenía en mi trabajo. Así que incluso renuncié como gerente de la Cámara Chilena de la Construcción, desde donde -y a mi cargo- se construyeron más de 3.000 departamentos y 36.500 viviendas sociales para el Estado de Chile en toda la zona sur.

¿Se encontró con esta terapia a raíz de una experiencia cercana?

Efectivamente comencé con problemas en mi colon. Cada vez estaba peor hasta que me detectaron un tumor en el colon descendente. De cobarde -o por el destino- me negué a punciones o quimioterapia, que hubieran sido los procedimientos correspondientes, y me traté con biomagnetismo. Al cabo de un año ya no tenía nada y entonces me dije: “¿Cómo es esto?”. Y lo segundo: “¿Por qué no se lo dicen al mundo?”. Después con los años y entrando a esta área de la salud, entendí por qué y cuáles son los grandes problemas de que muchas técnicas no sean habilitadas o reconocidas.

¿Cuál es la diferencia entre biomagnetismo medicinal y magnetoterapia?

La magnetoterapia es una técnica que utiliza magnetos de baja intensidad y que trabaja lugares determinados, principalmente con la conexión existente entre cervicales, dorsales, lumbares y sacro-coxis y los órganos del cuerpo. También existen distintas escuelas que determinan por su propia cuenta la aplicación en otras zonas del cuerpo, pero estos son estudios propios de esas escuelas.

La magnetoterapia actúa también sobre el tejido óseo, la linfa y los músculos. En todos estos casos va a acelerarse el trofismo y favorecer los procesos de rehabilitación; pero, principalmente, los resultados son efectos analgésicos antiinflamatorios.

El biomagnetismo medicinal es un sistema terapéutico descubierto en la década de los 70 por el doctor Richard Broeringmeyer, médico y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos). Después del fallecimiento de Broeringmeyer, en los años 88 sintetizó esta técnica el Dr. Isaac Goiz, médico mexicano quien logra afinar esta técnica milenaria, determinando el funcionamiento y renombrándola como el “par biomagnético”, en el que utilizando potentes imanes logra combatir parásitos, bacterias, hongos, virus y otros gérmenes que son la causa de diversas enfermedades.

¿En qué consiste el sistema?

El sistema consiste en el reconocimiento de puntos de energía alterados en el organismo humano que en conjunto y asociados provocan las distintas enfermedades. Este reconocimiento se efectúa con imanes pasivos (no electrificados ni conectados a máquinas electrónicas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo humano como si se tratara de un rastreo o escaneo. Una vez reconocidas y confirmadas dichas zonas en su potencial energético (que corresponden a los órganos y tejidos que sufren la distorsión), el terapeuta aplica un conjunto de imanes en esos puntos durante 15 a 18 minutos, logrando equilibrar la zona. Es así como se pueden tratar miles de enfermedades.

¿Cuáles son las ventajas de tratarse con biomagnetismo, sobre todo bajo la perspectiva de la medicina preventiva?

La principal ventaja es que con esta técnica se puede obtener información preventiva mucho antes de tiempo, es más, antes de que los mismos estudios médicos, ya que se logra detectar zonas con la existencia de microorganismos y que a futuro afectarán nuestra salud. No esperamos a que se active la enfermedad. Otra ventaja importante es que no es necesario tomar nada, sin tener que contaminarse con químicos u otros derivados que tarde o temprano traen problemas a la salud.

El biomagnetismo medicinal es una terapia reconocida por universidades de diversos países como México...

Sí, efectivamente en México la medicina y las casas de altos estudios han aceptado esta técnica así como también en la Universidad de Loja, en Ecuador, donde se han hecho publicaciones académicas al respecto.

¿Qué patologías se pueden sanar con esta terapia?

Prácticamente todas, solo quedan fuera aquellas provocadas por situaciones traumáticas como golpes, fracturas, esguinces, etcétera.

¿Cuáles son las características de los magnetos y dónde se comercializan?

Los magnetos son de una calidad especial con certificación Neodimio N40. Contienen una mezcla de distintos metales nobles que permiten que su campo magnético perdure de por vida y no pierda su potencia con el paso del tiempo. Estos magnetos se adquieren en tiendas certificadas en distintos países, aquí en la ciudad a través de la Escuela de Terapia Floral.

En algún momento, si las enfermedades están muy avanzadas, ¿es posible que no se consiga sanar?

Sí, efectivamente, ese es la gran límite del ser humano. Pero todo se puede curar siempre y cuando el órgano o tejido no rebase el daño que impida su buen funcionamiento. Lamentablemente, es así.

¿Hay una demanda creciente por este tipo de terapias, incluso de parte de los profesionales médicos?

Hoy en día cada vez son más los médicos que no solo la toman, sino que la estudian porque los resultados son sorprendentes. Personalmente, he formados en todos estos años a más de 3.700 terapeutas en toda Latinoamérica y más de 1.000 son médicos tradicionales, pero con mucho interés por la ciencia y aumentar su nivel intelectual. Nada más en Argentina tengo aproximadamente más de 150 facultativos que ya conocen y saben manejar esta técnica y siempre me escriben a mi correo electrónico para contarme sus resultados. Hubo uno que me dijo una vez: “Estimado profe, curé un enfermo de cáncer con magnetos y me acorde de usted”. El paciente me preguntó: “¿Qué es esto? ¿Por qué no se difunde?”. Y la historia se repite.

 

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