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La historia de “pomelo”, “toronja” y “oropéndola”

Martes, 20 de mayo de 2014 01:23
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Nuevamente tengo el gusto de brindar un panorama sobre el significado, etimología e historia de varias palabras, gracias al libro de Ricardo Soca “La fascinante historia de las palabras”. Espero que sea del agrado de todos, a la vez que los invito -si es que tuvieran la inquietud de saber sobre determinados términos del español- a que me envíen palabras sobre las que deseen averiguar. Mucha gente se interesa por conocer detalles respecto de algunas, dado que les pica la curiosidad por informarse sobre ellas. Si así fuera, no tienen más que escribirme. Paso a presentarles algunas, con su correspondiente explicación. Para una mejor información, me permitiré citar las palabras textuales del autor, aunque sin entrecomillar el texto general.

Toronja

Fruta cítrica europea semejante al pomelo americano. El diccionario de la Real Academia menciona que en el Uruguay se usa también para referirse en forma jocosa o irónica a una nariz grande o torcida. El nombre de la fruta, registrado en español por lo menos desde 1335, proviene de la voz árabe peninsular "turunga' y esta, del árabe clásico "turungah', que procede, a su vez, del persa "torang', originada en el sánscrito "matulunga'.

Pomelo

Es el nombre que adquirió la toronja en algunos países americanos durante el siglo pasado. Esta fruta cítrica se conoce desde muy antiguo y el origen de su designación proviene del sánscrito. Pomelo tiene una historia curiosa: es un vocablo que llegó al español procedente del inglés "pommelo' y éste, del neerlandés "pompelmoes', del mismo significado, formado por la contracción del neerlandés "pompel' “grande” y "limoes', del portugués “limones”.

Oropéndola

Es el nombre de los miembros de un género de aves paseriformes con plumas de color dorado, de unos 25 cm que viven en las regiones templadas del Hemisferio Norte: invernan en Africa y en verano se desplazan hacia Europa y Medio Oriente. Pertenecen a las especies "Oriolus oriulus' y "Oriolus chinensis'. El nombre en español se formó mediante una combinación de las palabras latinas "aureus, “dorado” y "pinnula', “pluma”, aclara Soca. Debo aclarar que el adjetivo "paseriforme' quiere decir “con forma de pájaro”, dado que en latín, "passer, pásseris' significa “el gorrión, el pájaro” e, incluso, un pescado llamado "acedia', como asimismo "passer marinus', “el avestruz”, en Australia.

Priapismo

Erección permanente y a veces dolorosa del miembro viril, sin deseo sexual. El mal es provocado por un trastorno vascular que afecta los mecanismos de la erección: el pene no logra evacuar la sangre que lo llena y se mantiene rígido, incluso después de apagado el deseo. Luego de más de cuatro horas de erección continua, se recomienda abrir quirúrgicamente los cuerpos cavernosos y drenar la sangre estancada, para evitar la gangrena.

La palabra proviene del griego "priapismós', que tiene el mismo significado y deriva del nombre de Príapos (Príapo), el dios de la fertilidad vegetal y animal, hijo de Afrodita y Dionisos, representado con un falo enorme, venerado en la región del Helesponto. Según el mito griego, el priapismo era un castigo de los dioses: Pegaso, embajador de Dionisos, partió de su ciudad, Eleuteras, hacia Atenas, llevando una estatua del dios del vino, pero al llegar a destino, fue rechazado con furia por los atenienses y tuvo que emprender el regreso. En represalia, Dionisos castigó a los hombres de Atenas con la enfermedad del priapismo. Cuando consultaron al oráculo de Delfos, este les advirtió que solo podrían curarse si homenajeaban al dios ofendido con los cultos que merecía. Los afectados fabricaron entonces grandes falos y los llevaron en procesión junto con la estatua de Dionisos. El mal cesó y todo volvió a lo normal, pero por las dudas, para evitar toda posibilidad de recaída, a partir de entonces, junto con las Grandes Dionisíacas, la fiesta anual del vino, se realizaba en Atenas la procesión de los falos, llamada "phallephoria', concluye el lingista.

Valga la aclaración que la voz griega que precede -se lee "faleforia'- está compuesta por otras dos: por un lado, "fal-lós, fal-lú' (cuya doble "ele' se lee como una sola, igual que en el italiano), que significa “falo”, y el adjetivo "foros', “que lleva, que porta”; por lo que se traduce, finalmente, “portador de un falo”. Por lo tanto, "faleforia' sería “la fiesta en la que se portan falos”.

Vodevil

Del francés "vaudeville', es un tipo de espectáculo teatral que se hizo muy popular en Estados Unidos hacia el siglo XIX y comienzos del XX, como réplica del music hall inglés. El término francés había surgido en el siglo XV en el valle de Vire, en la región de Normandía, para designar las canciones satíricas ofrecidas por el intérprete Olivier de Basselin, que eran conocidas como "chansons du vau de Vire' “canciones del valle de Vire”, nombre que se abrevió, "vaudevire', antes de adoptar la forma actual "vaudeville', que se incorporó sin variación al Diccionario académico a partir de su edición de 1927. Solo en 1985 se adoptó la grafía castellanizada "vodevil'.

Esplín

Con esta palabra se alude a un sentimiento de melancolía, de depresión, de tedio de vivir, que los antiguos atribuían a irregularidades en el funcionamiento del bazo. Si bien esta palabra nos llegó del inglés "spleen', que tiene el mismo significado, este se había derivado, a su vez, del latín "splen' “bazo”. El término latino ingresó a nuestra lengua de forma directa en palabras del lenguaje médico, como "esplenitis' “inflamación del bazo” y "esplenomegalia' “agrandamiento anormal del bazo”. El bazo es una pequeña glándula de unos 200 gramos, situada del lado izquierdo del tórax, que forma parte del sistema inmunitario, según palabras textuales de Ricardo Soca.

La palabra latina aludida, según el “Diccionario de la lengua latina” de Luis Macchi, es "splen, splenis', con el significado que le atribuye Soca. Quiero destacar que, a pesar de que no son muchos los términos de esa lengua, heredados por la nuestra, que comiencen por esas dos consonantes (sp), a las que no es posible pronunciar en nuestro idioma; por eso debemos agregarle, necesariamente, para pronunciarlas, una "e' inicial. Así tenemos, también, las palabras "spes', que significa “esperanza”; "sphinx' ("ph', fonema usado asimismo por el inglés, corresponde a nuestra "f'), que se refiere a la “esfinge” y "spiritus', a la que castellanizamos como “espíritu”, por dar solo algunos ejemplos.

 

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