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Ni el intendente se salvó. Manuel Cornejo, el funcionario a cargo de la localidad de Campo Quijano, vivió en carne propia la inseguridad que asuela a toda la provincia, al descubrir que desconocidos violentaron su vivienda llevándose armas y joyas.
Si bien no se sabe la fecha exacta del robo, ya que el dueño de casa estaba de viaje, el jueves a la noche se presentó en la comisaría de esa localidad para radicar la denuncia correspondiente.
Policías fueron hasta la casa, ubicada en las afueras del pueblo, y comenzaron a trabajar de inmediato. Cuando revisaban las habitaciones descubrieron el faltante de una chequera, por lo que el intendente amplió su denuncia en las primeras horas de ayer.
Al parecer las investigaciones dieron rápidos resultados, ya que pasado el mediodía efectivos de esa localidad detuvieron a tres hombres, vecinos de Cornejo, como los “principales sospechosos” del robo.
Claudio Aguilar, Juan Zerpa y un tercero conocido como “Chipi” fueron apresados durante la mañana y en un móvil fueron trasladados hacia la Alcaidía Judicial.
En la puerta de la comisaría estaba Dora, esposa de Claudio y tía de los otros dos. Desesperada pedía que le lean la denuncia y le señalen las pruebas que tenían en contra de sus familiares, pero fue ignorada por los uniformados, que a las corridas realizaban todas las diligencias.
El Tribuno pudo saber que los detenidos adquirieron hace poco tiempo un terreno colindante con la vivienda del funcionario. “No vivimos ahí, recién estamos empezando a construir”, señaló una de las dueñas, que poco a poco comenzaba a interiorizarse de las acusaciones.
Por otro lado, trascendió que el fiscal a cargo de la causa iba a tomarle declaración a los tres detenidos de inmediato.
Los vecinos, curiosos, miraban el movimiento que había en la comisaría, mientras familiares de los detenidos exigían explicaciones para poder buscar un abogado.
En medio del caos algunos comentaban: “Vamos de mal en peor, la inseguridad se ve en cada esquina, a toda hora”. Otros señalaban: “¿Serán esos los verdaderos culpables?”.
Lo cierto es que la situación vivida abrió la polémica sobre la inseguridad que se vive no solo en la localidad de Campo Quijano, sino en todo el territorio provincial, donde las quejas van en aumento.
MOMENTO DE TENSION
Con el teléfono en mano, llamaba sin cesar a todos sus parientes, buscaba ayuda para actuar de inmediato.
“Se llevaron detenido a mi marido y a mis sobrinos, no me explican nada, no me leen la denuncia, no sé que hacer”, decía Dora en la puerta de la comisaría de la localidad de Campo Quijano.
“Nos acusa porque compramos un terreno en la zona”, concluyó.