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Uruguay, vital, cambiante y caro

Miércoles, 07 de mayo de 2014 01:02
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Ahora, quizá más que nunca en un siglo, Uruguay está en las primeras planas de los medios más importantes del planeta. Esto se debe a que su presidente José Mujica, fundador de la organización guerrillera Tupamaros junto con Raúl Sendic, es una atracción en todo Occidente. Y además porque desde ayer esta región se convirtió en la primera en legalizar la producción y venta de marihuana. Se podrá comprar en las farmacias cuarenta gramos por mes, con un máximo de diez por semana, al valor de un dólar por gramo. Los escépticos dicen, al contrario del gobierno, que esto no será un golpe al narcotráfico, porque los que compran podrán revender a los menores y turistas.

Entre otros el The New York Times, The Economist y El País de Madrid le dedicaron amplios reportajes a Mujica destacando su austeridad, como así también haberse quedado con solo el 15% del sueldo que le corresponde, porque según el propio Mujica, “eso es lo que necesita una familia tipo para vivir”. “Pepe”, como se lo llama habitualmente, es campechano y sin medias tintas en sus expresiones. Cuando debe viajar al exterior lo hace en una línea aérea regular y vive en una humilde chacra, a pocos kilómetros de Montevideo, ya que nunca quiso ocupar la residencia oficial. Como es de suponer, todo esto, y más en América Latina, es motivo de sorpresa entre la población.

Dos mil kilómetros por el país

Este cronista recorrió en ómnibus, durante cinco días, unos dos mil kilómetros en medio de una pampa ondulada, con un paisaje bucólico y monótono. Casi no hay regiones pobladas en decenas de kilómetros, ya que Uruguay reúne en su capital casi la mitad de la población total, que suma apenas 3,5 millones, con una superficie semejante a la provincia de Buenos Aires, que tiene 15 millones de habitantes.

Este viajero primero fue de Colón a Paysandú. De allí a Tacuarembó, lugar natal de Natalia Oreiro. Y finalmente hasta Rivera, en la frontera con Brasil, donde no hay trámites migratorios ya que solo debe cruzarse una calle. Esto es una norma prácticamente inédita, que también se puede ver en el Chuy. Mientras tanto, para recorrer los cincuenta kilómetros entre Buenos Aires y Colonia de Sacramento, único Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la Unesco en ese país, deben realizarse todos los trámites migratorios. Una contradicción que nadie supo responder.

Un país carísimo

Para quienes hace mucho tiempo que no cruzan a la vecina orilla, es importante advertirles que los precios más allá del Río de La Plata son absurdamente caros. Tal es así, que en los últimos dos años la cantidad de turistas argentinos que fueron disminuyeron en un 50%.

Un muy modesto hotel de tres estrellas en Montevideo cuesta 80 dólares la noche. El pasaje urbano de ómnibus sale u$d 1, el famoso “chivito” u$d 11, un café u$d 3 y la entrada para un partido de fútbol u$d 20. Si le gusta la ópera, en el remodelado y hermoso Teatro Solís, el ticket cuesta u$d 50 dólares la más económica.

Los salarios son dignos, aunque muchos se quejan porque si no poseen vivienda propia, el alquiler se lleva más de la mitad de la remuneración. El sueldo mínimo es de U$d 385 mensuales. Un maestro de escuela primaria gana u$d 650 y un empleado de comercio unos u$d 550.

Cuando estaba en Rivera, a quinientos kilómetros al norte de la capital, le pregunté a un mozo y a un empleado si volverían a votar por el Frente Amplio en las próximas elecciones presidenciales. Es que Tabaré Vázquez, que ya fue presidente y pertenece como Mujica a ese partido, encabeza las encuestas. Ambos trabajadores me dijeron que sí por varias razones. Entre ellas, porque prácticamente no existe trabajo en negro, y porque los aportes jubilatorios son sagrados.

El respeto diario

Al contrario de nosotros, el “buenos días”, el “por favor” y el “gracias” son palabras que utilizan todos. En cuanto al tránsito, es habitual que los automovilistas charrúas dejen pasar en las esquinas a los peatones, algo prácticamente imposible de ver en ciudades de nuestro país. Además, los motociclistas utilizan siempre los cascos.

La corrupción allí no es un tema de conversación diario, aunque si lo es la inseguridad. Pero, simplemente observando la ausencia de rejas en las casas y la baja tasa de criminalidad, la comparación con Buenos Aires y sus alrededores parece un jardín de infantes.

País de creadores

Entre los escritores uruguayos hay varios que sobresalen, incluso fuera del continente. Algunos de ellos son Mario Benedetti, Horacio Quiroga, Juan Carlos Onetti y Eduardo Galeano, el creador de “Las venas abiertas de América Latina”. Entre los actores están “China” Zorrilla, Osvaldo Laport y Juan Carlos Mareco. Y también hay famosos cantantes como Julio Sosa, Los Iracundos y Rubén Rada.

Paradojalmente, dos de las canciones más populares de la Argentina fueron realizadas por uruguayos: Gerardo Matos Rodríguez hizo “La Cumparsita”, y Rosita Melo fue la autora del vals “Desde el alma”.

Aeropuerto modelo

Inaugurado hace cuatro años, el nuevo aeropuerto de Montevideo, situado en el elegante barrio de Carrasco, es uno de los diez mejores del continente. Fue diseñado por el arquitecto local Rafael Viñoly Beceiro, quién además ideó la construcción de varias universidades estadounidenses. Este cronista tuvo la oportunidad de visitar otra de sus creaciones, el Forum de Tokyo, uno de los más grandes del mundo.

Pero en el país del gran cantante y autor Alfredo Zitarrosa, hay una gran carencia: no hay trenes. En el recuerdo quedó aquel proyecto de unir Buenos Aires con Paso de los Toros, un recorrido que fue abandonado rápidamente.

De más está decir que Uruguay no es el país ideal, y está muy lejos en su calidad de vida de los escandinavos, pero sí podemos decir que escapa a la regla general de esta parte del mundo. Por eso, si bien esta nota no pretende ser una apología del país vecino, intenta explicar que más allá de la escasa población, una nación ubicada en el fin del mundo puede aspirar a ser mejor sin grandes inversiones, pero con mucha decencia.

 

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