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Desde el edificio Centinela, sede de Gendarmería Nacional, el ministro de Seguridad de la Nación, Sergio Berni y el juez federal de Orán, Raúl Reynoso, dieron una conferencia de prensa ayer en la mañana para informar con pormenorizados detalles el operativo donde se secuestraron casi 400 kilos de cocaína arrojada desde una avioneta en empobrecidos y desolados parajes del Chaco salteño.
En la alocución celebrada en el mismísimo edificio Centinela, el secretario de Seguridad reconoció que durante la investigación posterior al secuestro de la cocaína fueron apresados dos gendarmes, procedimiento que fue informado por nuestro medio el día 29 de abril y en la edición de ayer.
El operativo antinarcótico incluyó 12 allanamientos, varios de ellos en domicilios de Tartagal.
En tanto, el cargamento de 388,344 kilos de cocaína fue hallado en el un campo del paraje “La Estrella”, en el departamento de Anta que limita con Orán.
La cocaína estaba distribuida en 12 bolsas que contenían unos 30 ladrillos de un kilo cada uno.
Llamativamente las bolsas de arpillera tenían la inscripción “Industria boliviana”. El secretario de Seguridad detalló junto al juez federal de Orán que lleva la causa, Raúl Reynoso, que por el hecho hay dos sargentos de Gendarmería presos y tres civiles prófugos. “A través del elemento más importante en la detección de aeronaves que utilizan el espacio aéreo argentino para el tráfico de droga, que son las redes de observadores aéreos, se realizó una investigación en la que sabíamos por tareas de inteligencia que estábamos próximos a una operación", explicó Berni. Durante los allanamientos practicados en Tartagal y pueblos del norte de Salta se secuestraron radios y equipos electrónicos propios para la ubicación y guía de los vuelos clandestinos, en poder de agentes de la fuerza nacional. Una fuente reveló ayer que del total de la banda sólo fueron detenidos los nexos que la ligaban con la fuerza nacional, el resto se encuentra prófugo”. “Mientras los pobladores de la zona soportaron más de seis meses de intensa sequía, desde el cielo les llovió cocaína”, dijo ayer la fuente. El cargamento había sido arrojado sobre un rastrojo y los montes de quebrachos aledaños a un camino vecinal.