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Hay decenas de detalles que se deben tomar en cuenta al comprar un traje. A continuación, algunos sencillos consejos que hay que tener en cuenta al probarse uno, para no tengas que recurrir luego a un sastre para que te resuelva las “imperfecciones”.
El saco: Cuando te midas tu traje recuerda que el saco debe quedarte bien en los hombros, sin colgar. Trata de comprar una talla menor a la que compras regularmente. El saco es una prenda que debe hacerte sentir firme. En cuanto al número de botones, se puede elegir uno de tres o dos botones. Si es tu primer traje, se recomienda que sea de dos.
Las mangas: Es de suma importancia. El consejo es decir no a las mangas anchas. Este detalle te adelgaza, además de hacerte lucir más elegante. Con la camisa es igual: compra una que no tenga las mangas anchas.
Los puños: Las mangas deben llegar justo a la articulación de la muñeca y la manga de la camisa tiene que sobresalir un poco del saco. Los cinco centímetros que sobresalen de la camisa funcionan como un marco. Este es un detalle que marca la diferencia entre la elegancia y el mal gusto.
Corte del saco y del pantalón: El saco para que se vea perfecto debe contonear tu figura. Este efecto resaltará tus hombros de modo que se verán ejercitados. La caída tanto en saco como en pantalón es básica. El pantalón tiene que llegar al tobillo, de frente plano y corte esbelto, sobre todo si tienes unos kilitos de más. El saco no debe ser demasiado largo, trata de que llegue justo a las bolsas del pantalón.
El color: Se recomienda que el primer traje que compres debe ser liso y azul marino. Después se sugiere comprar uno gris. Luego uno azul marino a rayas y uno gris a rayas también. Solo cuando tengas esos básicos puedes comprar algo más original. ¿Por qué tanto gris y azul marino? Porque combinan con todo. ¿Y por qué azul marino primero? Porque es el que se considera más profesional.
El conjunto: Por último, se aconseja combinar los zapatos de manera adecuada con el traje y la corbata.