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Días atrás leí una carta en esta sección (no recuerdo el nombre de la persona que escribió) sobre el puente sobre el río Vaqueros, que une a la ciudad de Salta con la localidad de Vaqueros.
Le doy toda la razón al lector que escribió. Hace años que el puente quedó más que chico para la cantidad de habitantes que reside en la zona (de ambos lados del río), pero sobre todo para el flujo vehicular que hoy existe y que incluye también a quienes viven en La Caldera, La Calderilla y las urbanizaciones que proliferaron en los 21 kilómetros que separan a la capital de La Caldera.
Y si vemos que el puente no da abasto en esta época del año, ni qué decir durante el verano y las vacaciones, cuando se arman larguísimas filas de autos, motos, ciclistas y peatones que intentan cruzar de uno a otro lado corriendo múltiples riesgos.
Es momento de que las autoridades de ambos municipios y de la Provincia analicen el lugar donde se puede construir un segundo puente, elaboren el proyecto y lo ejecuten.
En paralelo sería óptimo que el actual puente se ampliara a dos carriles por mano, ya que es el acceso directo y principal para la avenida-ruta nacional 9.
Rafael Dagum
Vaqueros