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Ayer, al cierre de esta edición, se aguardaba el alta médica del último de los trabajadores que sufrieron heridas el pasado martes, en Campo Durán, por la rotura de una cañería de alta presión en la planta que se amplía cerca de la refinería del norte para aumentar las importaciones de gas desde Bolivia.
Saiko, una de las empresas que trabajadores del sector mencionaron entre las contratistas de Refinor, aclaró ayer que en el complejo de Aguaray terminó de ejecutar hace 40 días trabajos civiles que no guardan relación alguna con los sistemas de compresión que instalaron otras firmas en la planta de El Algarrobal, sobre la ruta 54, a unos cinco kilómetros de la refinería.
Mediante un comunicado que firmó su vicepresidente, Eduardo Schuttemberger, Saiko desmintió cualquier vinculación con el incidente por el que se ya se iniciaron diferentes peritajes. Se espera que el informe técnico aclare las causas por la que una cañería de acero especial, diseñada para operar con altas presiones de gas, se abrió como una lata de sardinas durante su presurización.
“Aclaramos que somos proveedores habituales de Refinor, pero en este caso no realizamos tareas vinculadas con esa obra”, recalcó Schuttemberger, quien pidió desvincular a Saiko del incidente que ocurrió el martes, por la tarde, y dejó a seis operarios lesionados.
Desde el Sindicato de Trabajadores del Petróleo y Gas Privado se informó que dos de los afectados, de la empresa Secco, fueron trasladados a Rosario para controles, mientras que otro trabajador de esa misma firma fue derivado a la capital salteña para estudios. De acuerdo con los últimos informes, la condición de los otros lesionados, pertenecientes al plantel de Refinor, tampoco revestía preocupación. “Fue una desgracia con suerte”, aclararon desde el gremio.
La planta compresora de El Algarrobal es una pieza clave de los entendimientos que la empresa nacional de energía (Enarsa) firmó con Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB), por las crecientes importaciones de gas que llegarían a casi 28 millones de metros cúbicos diarios, en 2016, según lo acordado.