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Todo el país estará en vilo por un encuentro decisivo de la Selección argentina, que enfrentará a Irán a las 13 (hora argentina) en Belo Horizonte, por la segunda fecha del grupo F. De ganar, el elenco albiceleste obtendrá automáticamente la clasificación a los octavos de final (su rival saldrá del grupo E, que integran Francia, Suiza, Ecuador y Honduras) y hasta podría cerrar la fecha con el primer puesto asegurado (en caso de que empaten Bosnia y Nigeria, a las 19).
El DT Alejandro Sabella no solo confirmó el regreso de los “cuatro fantásticos” de arranque y el sistema 4-3-3, luego del discutido esquema con cinco defensores del primer tiempo del debut ante Bosnia en el Maracaná, sino que también se refirió al gran revuelo que esto generó. Y echó por tierra los rumores que indican que Pachorra perdió autoridad y ascendencia en su plantel tras las declaraciones de Lionel Messi y el resto de los jugadores en contra del dibujo 5-3-2 con el que Argentina arrancó el Mundial.
“No me molestaron en absoluto las apreciaciones de Leo, lo hizo con mucho respeto. Vivimos en un clima de cordialidad. Hablo mucho de fútbol con los jugadores, es bueno tener ida y vuelta con ellos. A veces los futbolistas aprenden del DT y otras es al revés”, expresó el entrenador, para luego añadir sobre la polémica. “Trato de mantener mis convicciones y no busco enemigos externos. Lo que más me importa es la relación con los jugadores. Ellos tienen la libertad de decir lo que quieran con quién quieran y dónde sea, no solo dentro del grupo, sino con los periodistas. No le digo a nadie lo que debe decir. La persona que no deja hablar a la otra es un inseguro. No me molestó que me juzgaran, todos pueden hacerlo. No soy un testarudo. Si no tenés autocrítica, sos terco, y sí la tenés, sos un débil”.
Pero Sabella no se guardó nada y siguió centrando su alocución en su error y en la desaprobación de su plantel. “Cuando tomo una decisión, lo hago pensando en que sea lo mejor, no en el afuera. Si no estaría mirando siempre para atrás, para ver de dónde viene el golpe”, concluyó el técnico.
El pueblo, y hasta los mismos jugadores, quiere tener en cancha juntos a Lionel Messi, Angel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín. Pero llamativamente, el DT Alejandro Sabella los utilizó en su proceso en apenas 129 minutos, en 35 partidos.
Ya sea por lesiones, suspensiones o decisión técnica, apenas una sola vez estos once arrancaron un partido como titulares, y en dos ocasiones se juntaron dentro de la cancha a partir de la segunda etapa, para sumar en total un partido y medio, bastante poco para tres años de gestión del DT.
El único encuentro en el que jugaron desde el pitazo inicial fue ante Uruguay, el 12 de octubre de 2012, por la novena fecha de las Eliminatorias, en Mendoza. Previo a esto, Sabella ya había probado el esquema en la segunda etapa del amistoso ante Alemania (3-1), de visitante, jugado el 15 de agosto de 2012 en Frankfurt.
En definitiva, fueron apenas tres partidos de los “once ideales” juntos con un saldo en el lapso compartido de dos victorias (1-0 a Uruguay y Alemania) y un empate (1-1 con Bosnia), en el marco de los 35 cotejos (22 triunfos, 9 empates y 4 derrotas) que dirigió Sabella en su era.
En el día de la bandera, los compatriotas tiñeron con el celeste y blanco como insignia todo Belo Horizonte.
Los argentinos hacemos un culto de la bandera cuando de fútbol se trata y la portamos como un documento de identidad, que nos da un sentido de pertenencia. Todo esto se potencia en una Copa del Mundo, cuando la bandera trasciende las fronteras y flamea en otro país, donde los convierte en protagonistas excluyentes, al menos por un instante.
Por eso, en vísperas del partido, en el estadio Mineirao, no generó sorpresa ver banderas celestes y blancas en distintos puntos de Belo Horizonte y sus alrededores. Se vieron muchas en el predio deportivo Cidade do Galo, el búnker del seleccionado dirigido por Sabella, donde incluso flamearon banderas de salteños con los colores de Juventud Antoniana, Gimnasia y Tiro y Central Norte.
Desde temprano, un centenar de hinchas se agolparon en la puerta de Cidade do Galo con banderas identificatorias de nuestra provincia, pero también de Santiago del Estero, Entre Ríos, Rosario, Esperanza, Firmat y Bombal (Santa Fe), Corrientes, Santa Rosa (La Pampa), Córdoba, Mar del Plata, Florencio Varela, Avellaneda, Villa Adelina y Batán, entre otras.