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Una nueva “invasión” argentina ya comenzó en Brasil. Esta vez la ciudad que quedó inundada por los colores celestes y blancos, fue Belo Horizonte. La segunda sede en la que el equipo de Alejandro Sabella jugará, se convirtió en el escenario momentáneo donde actuaron las ilusiones de los hinchas argentinos.
Las autoridades brasileñas esperan que hoy más de 30.000 argentinos lleguen hasta el estadio Mineirao, un poco menos de los que colmaron el Maracaná para ver el triunfo ante Bosnia el último domingo (35.000), pero los suficientes para hacerse escuchar en la cancha a partir de las 13, cuando Argentina enfrente a Irán.
El problema de hoy que preocupa a los organizadores es que muchos de los argentinos que arribaran a los alrededores del estadio, no tienen entradas. Según la FIFA, solo 21.000 tienen sus tickets que compraron a través de la página oficial.
Para prevenir desmanes y problemas en los ingresos, el operativo de seguridad de la policía y los militares brasileños se hará con 2800 efectivos. El ingreso de 200 hinchas chilenos sin entradas en el encuentro ante España, generó una luz de alerta en la seguridad de los estadios y por eso reforzarán los puntos claves por donde se moverán los simpatizantes.
“Compro entradas para Argentina vs. Irán”, dicen los carteles de algunos argentinos que esperan en las cercanías al estadio, la posibilidad de que algún desconocido les venda un ticket para poder ingresar al segundo encuentro que jugará la Selección en el Grupo F.
El estadio Mineirao tiene lugar para 58.259 personas y más de la mitad serán argentinos. La enorme cantidad de hinchas que cruzaron la frontera se transformó en noticia en Brasil. El país vecino está invadido por los latinoamericanos que disputan la Copa y, especialmente, por los argentinos.
Gran operativo de seguridad
Para llegar hay que dar mucha vueltas porque la organización dispuso vallados por cantidades de calles y avenidas que rodean este imponente estadio, al tiempo que se observa la enorme distribución de efectivos de la policía militar. Se estima que más de 30 mil argentinos asistan al Mineirao para ver el partido del equipo de Lionel Messi, que de ganarle a Irán se asegurará un lugar en octavos de final.