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Más de uno preparaba el regreso a casa y se quedaba con las ganas de repetir el festejo del domingo pasado. Pero Messi se encargó de devolverle a los salteños esa alegría que esperaban.
Luego del triunfo, sufrido y sobre la hora, los cientos de hinchas que estaban en la plaza España y otros tantos distribuidos en el resto de la ciudad volvieron a la plaza 9 de Julio. En el clásico lugar de los festejos salteños aparecieron los personajes que le dan color y alegría a las celebraciones. Esta vez sobresalió un hombre portando con sus dos manos una gigantesca réplica de la Copa del Mundo. Por detrás, en caravana, caras pintadas, trompetas y bombos. Sí, los salteños no escatiman celebraciones y, como la Selección no se muestra sólida, hay que celebrar cada triunfo, no vaya a ser cosa que después no haya qué festejar.
Desde los distintos barrios de Salta también salieron a festejar en automóviles con las banderas flameando. Este pibe no duda en sacar medio cuerpo por la ventanilla para mostrar, además, otra réplica de la Copa.