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Se le escurrió como agua entre las manos. México se encaminaba a los cuartos de final, había jugado un gran partido ante Holanda y le ganaba 1 a 0; pero sobre el final del partido le faltó carácter para mantener el resultado y la “naranja” se lo dio vuelta, eliminándolo de la competencia, sin necesidad de recurrir alargue ni a los penales. Fue 2 a 1 para Holanda, que se instaló en los cuartos de final.
México había tenido las más claras en el primer tiempo, pero había carecido de claridad en los últimos metros; Holanda solo tuvo una chance, pero Robben fue derribado en el área en un penal que no fue cobrado. En el segundo tiempo, el “tri” se puso rápidamente arriba con el gol desde fuera del área de Giovani dos Santos.
Así, obligó a Holanda a reemplazar el 5-3-2 que tan bien le había servido en la primera rueda por un 4-3-3. Con el equipo de Van Gaal más ofensivo, el arquero mexicano Guillermo Ochoa estuvo más exigido y le ahogó el grito de gol a de Vrij y contuvo un mano a mano a Robben. Pero las providenciales atajadas de Ochoa fueron insuficientes porque Wesley Sneijder empató con un furioso remate desde el borde del área a los 88’, y Huntelaar dio vuelta al resultado con un penal en el cuarto minuto adicionado, luego de una supuesta falta de Rafa Márquez sobre el escurridizo Arjen Robben.