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Sin sobresaltos e imponiendo su jerarquía, la Selección argentina goleó anoche a Trinidad y Tobago por 3 a 0, en el estadio Monumental, como preparación para el Mundial de Brasil 2014 que comenzará en una semana.
Los goles del conjunto argentino fueron del delantero Rodrigo Palacio (46' PT), el volante central Javier Mascherano (5' ST) y el mediocampista externo Maximiliano Rodríguez (19' ST).
La Selección fue ineficaz en el primer período y contundente en el segundo, pero asumió el protagonismo desde el inicio en este partido para ir entrado de a poco en sintonía. Con el 4-3-3 clásico de Sabella también lució impreciso en la salida, sobre todo cuando la tocó Fernando Gago, lento en los pases y falto de ideas frente a un rival muy limitado.
Si bien es cierto que el seleccionado argentino tuvo el control absoluto de la pelota, pocas veces le dio un destino seguro.
Lionel Messi jugó sobre la derecha, Angel Di María por la izquierda, Rodrigo Palacio por el centro y Ezequiel Lavezzi lo hizo por ambas bandas, pero al equipo le faltó juego asociado. De todos modos, faltaron los otros dos de los cuatro fantásticos: el Kun Agero y Gonzalo Higuaín, quienes fueron preservados.
Más allá de eso, Argentina dispuso de muchísimas situaciones de gol en los pies de Lavezzi, que tuvo cuatro; de Messi, que contó con tres chances claras, mientras que Di María y Palacio tuvieron una cada uno.
Lo peor es que Argentina sufrió en defensa con sendos contraataques que fueron resueltos con dos cierres estupendos de Hugo Campagnaro y Martín Demichelis.
Pero de tanto ir e ir, Argentina encontró su premio con un cabezazo de Palacio. A partir de ahí, todo se hizo más fácil; Mascherano marcó el segundo tras un tiro libre de Messi que rebotó en el palo y Maxi anotó el tercero.
De ahí en más, lo más destacado fue la batucada que armaron unos cien triniteños en un rincón del Monumental y la lesión de Palacio, aunque nada grave.
Locos por un gol, Por Enrique Figueroa
La utilidad de estos amistosos previos al Mundial es relativa. Eso sí, lo que no sirve es lo que hizo la Selección en el primer tiempo frente al modesto Trinidad y Tobago. Fueron todos para adelante sin tener en claro cómo. Un “deja vu” del equipo de Maradona contra los alemanes en Sudáfrica 2010. Atacar no implica solo correr y atropellar. Palacio, Lavezzi, Di María y Messi también se lanzaron en una carrera innecesaria por hacer el primer gol y olvidaron que el equipo debía aprovechar a los de camiseta roja para coordinar, buscar espacios, las bandas, hacer circular la pelota, retroceder y pensar; preparar un ataque desde la estrategia o la táctica porque a los ponchazos no vamos a llegar lejos. Y si Messi no se ilumina, menos. Argentina debe priorizar ser un equipo y recién lo entendió en el segundo tiempo: fue paciente y explosivo cuando fue necesario; sin apuro marcó dos goles. Lo que no sirve es volverse “locos” por un gol.