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Denuncian mala praxis por la muerte de una bebé

Martes, 08 de julio de 2014 01:17
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Una joven mamá de 19 años perdió a su bebé cuando era trasladada al Nuevo Hospital del Milagro, de la capital salteña, para dar a luz a través de una cesárea. La derivación la efectuó un ginecólogo del hospital “Melchora Figueroa de Cornejo”, de Rosario de la Frontera.

Según el profesional, la decisión de la derivación se tomó porque no detectaban los latidos del corazón de la niña, lo que podía ocasionar complicaciones a la madre y a la bebé.

Por esta situación Micaela Toledo, mamá de la bebé fallecida, tuvo serias complicaciones. La joven sufrió una hemorragia interna que casi le produjo la muerte pero, gracias a la intervención de los médicos del Nuevo Hospital del Milagro, logró salvar su vida.

La abuela de la bebé, Cecilia Enríquez (36), presentó una denuncia penal por este hecho hacia los profesionales del hospital Melchora Figueroa de Cornejo, que atendieron a su hija y a su nieta. La denuncia N§ 596/2014 fue radicada en la Comisaría 31 de Rosario de la Frontera y caratulada como “Homicidio culposo por mala praxis”.

Preeclampsia

La preeclampsia es una complicación médica del embarazo, también llamada toxemia del embarazo, y se asocia a la hipertensión inducida durante la gestación. Está asociada a elevados niveles de proteína en la orina (proteinuria).

La preeclampsia puede ocurrir hasta en 10% de los embarazos, usualmente en el segundo y tercer trimestre y después de la semana 32.

“El parto estaba programado para el 8 de julio, pero días antes Micaela comenzó con dolores sin contracciones y las pulsaciones de la bebé se disminuyeron tres días antes del deceso”, manifestó Enríquez a El Tribuno.

La muerte de la bebé se produjo a las 72 horas del último control que Micaela se realizó en el hospital local, con fecha 27 de junio, por unos dolores que presentaba en su ombligo.

“Pedí explicaciones a los profesionales que atendieron a mi nieta y solamente me dijeron que el hospital no contaba con aparatos de ultrasonido de alta tecnología para detectar los latidos del corazón de la bebé y que era necesario derivarla a Salta para que le practiquen una cesárea”, dijo la abuela. Según los facultativos, éste habría sido el principal problema por el que no se pudo dar un diagnóstico certero sobre la salud de la bebé.

Los hechos

En la mañana del lunes 30 de junio, Cecilia, madre de Micaela, solicitó una ambulancia al hospital ya que su hija tenía severos dolores en la zona del ombligo.

Al llegar al hospital, el médico que la asistió no le encontraba los latidos a la bebé con el ultrasonido que disponen el cual es, según el médico, obsoleto. Ante esta situación, el facultativo decidió efectuarle una ecografía de urgencia en la cual notaron que estaban disminuidos los latidos de la bebé. Esto llevó al médico a derivarla al Nuevo Hospital del Milagro de la capital salteña.

El viaje se produjo al mediodía de ese mismo día, y la joven ingresó al hospital salteño pasadas las 15. Pero los ginecólogos que la atendieron no pudieron salvar a la bebé, que había fallecido en el camino.

Los médicos salteños le manifestaron a la abuela que, de acuerdo a las características del deceso, el motivo habría sido una preeclampsia.

Enríquez manifiestó a este diario que hasta los ocho meses del embarazo, su hija estaba siendo atendida por su ginecólogo. Pero al entrar en el noveno mes, el profesional salió de licencia reglamentaria y Micaela quedó en manos de un nuevo ginecólogo, quien la atendió solamente por el lapso de una semana.

Al cabo de esos siete días, Micaela sufrió los fuertes dolores en el ombligo y fue asistida por un médico de guardia, quien también es ginecólogo y que fue el que -finalmente- tomo la decisión de derivarla a Salta porque no contaba con los medios necesarios para practicarle la cesárea.

“Por este medio pido justicia y que este caso no se repita en otras familias. Si el hospital no cuenta con los instrumentos necesarios para atender a pacientes con complicaciones, como el caso de mi hija, es un dato para asustarnos porque no sabemos qué clase de centro asistencial tenemos”, manifestó -entre sollozos- la abuela de la bebé fallecida.

El hospital de las dudas, POR PABLO SARMIENTO

La situación del hospital de Rosario de la Frontera preocupa a la comunidad ya que son recurrentes los casos por mala praxis que denuncian los familiares de los pacientes que, en muchos de los casos, tuvieron un desenlace fatal y van en aumento en los últimos años.

En el imaginario colectivo está presente que concurrir al hospital no garantiza una repuesta a su enfermedad, por el contrario, hay muchas dudas.

Seguramente las nuevas autoridades del nosocomio rosarino, como el Ministerio de Salud Pública de la Provincia, deberán trabajar arduamente para que el hospital nuevamente sea el centro de salud de referencia y confianza de sus pacientes.

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