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Como sabemos, el 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán declaró la Independencia de las Provincias Unidas en Sud América. Días después, el 20 de julio, el Congreso remitió al director supremo del Estado, a los gobernadores intendente, a los tenientes gobernadores y los cabildos, copias del acta de la declaración y la fórmula del juramento, que previa proclamación, debían hacer jurar a autoridades y habitantes de sus respectivas jurisdicciones.
El documento llevaba las firmas de Francisco Narciso Laprida (presidente ) y José Mariano Serrano (diputado secretario).
A Salta, la noticia llegó el 18 de julio pero por razones de guerra, sus autoridades y pueblo recién pudieron cumplir con la orden del Congreso, cinco meses después, es decir el 7 de diciembre de 1816. De esta forma, Salta fue la última provincia que juró la Independencia de las Provincias Unidas en Sud América.
Razones de guerra
Por la demora en jurar la Independencia, muchos intentaron acusar a Gemes de “negligente y poco interesado en cumplir con la orden del Congreso de Tucumán”. En realidad, fue la guerra lo que impidió que aquella orden del Congreso se pudiera cumplir de inmediato en Salta.
Es que mientras en Tucumán los diputados trabajaban para declarar la Independencia, aquí y en Jujuy Gemes se preparaba para impedir que los españoles concretaran una nueva invasión. Según don Atilio Cornejo, “se alistaba como gobernador y como militar de la Nación, a defenderla de las nuevas invasiones realistas”.
Gemes se apresura en comunicarse con el Congreso de Tucumán y le dice: “que con la bella disposición y espíritu de sus tropas, promete escarmentar las del enemigo si tienen la osadía de avanzar hasta aquel punto (Salta)”. A su vez aprovecha la ocasión y solicita que “lo auxilie con armas y caballos de la provincias de Tucumán -más abundante en ganados y granos- para que lo alivien en la escasez de recursos'.
El Congreso, enterado del plan invasor de los realistas, le ordenó a Gemes que haga marchar a Yatasto el Batallón N§ 10 para que desde allí protegiera la retirada del Ejército Auxiliar, procedente de Jujuy a cargo del general José Rondeau.
El 6 de junio, casi un mes antes de la declaración de la independencia, Gemes se encontraba en San Salvador de Jujuy con el Director Supremo Martín Pueyrredón. Allí conversa sobre el superado diferendo con Rondeau (Pacto de los Cerrillos) y sobre los preparativos ante la invasión del Alto Perú, dentro del plan estratégico de su llamada “línea de defensa”. Por eso, cuando llegó a Salta (18/7) la noticia de la declaración de la independencia, Gemes ya hacía días que estaba fuera de la ciudad. Y como ya arreciaba la invasión realista, los aprestos de guerra lo tenían ocupado por el avance del poderoso ejército del Virrey Pezuela y cuya vanguardia estaba a cargo de los generales Ramírez Orozco y Pedro Olañeta Marquiegui.
Llega la invasión
Por la marcha de ejército realista, desde mediados de junio de 1816, las fuerzas patriotas de Salta, Jujuy, Oran y Tarija se ya encontraban estratégicamente “bajo el mando supremo de Gemes, y divididas escalonadamente entre Jujuy y Salta”.
En los primeros días de julio los realistas llegaron finalmente a Humahuaca y más tarde a Huacalera, es decir a solo a 25 leguas (125 Kms) de San Salvador de Jujuy. Y allí permaneció hasta septiembre de 1816.
El 10 de septiembre, un destacamento realista de 120 hombres acampó en Colpayo (Abra Pampa), lugar donde fueron atacados y vencidos por fuerzas patriotas dirigidas por Gemes, Agustín Rivera y Diego Cala (aborigen). El 19 de ese mes, otro destacamento realista de 200 soldados avanzó hasta Tilcara donde también fue derrotado, esta vez por el lugarteniente de Gemes, José María Pérez de Urdininea.
En noviembre de 1816 Gemes aún permanecía en su cuartel general de Humahuaca luego de haber logrado la proeza de haber hecho retroceder a los realistas hasta Yavi. En un parte que se conserva en el Archivo General de la Nación, Gemes alude tanto al retroceso realista como a la jura de la independencia y dice: “huyen vergonzosamente, pero desengañados por su propia experiencia que jamás serán capaces de atentar contra los derechos sagrados de los pueblos que han jurado ser libres y que la digna provincia a mi mando es y será barrera inexpugnable que ponga término a sus agresiones”.
Juramento tardío
Finalmente, con los realistas ya retirado en el Alto Perú, Salta pudo jurar la Independencia el 7 de julio de 1816. “Los señores del Muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento -dice el acta- de la ciudad de Salta, se congregaron en acuerdo extraordinario para la celebración y solemne proclamación y jura de la independencia de Sud América, de toda dominación extranjera, de Fernando VII y sus sucesores, tratando de realizar la augusta ceremonia, según lo tiene ordenado el soberano Congreso de las Provincias”. “Además- señala Cornejo- de los miembros del Cuerpo Capitular, asistieron: el señor gobernador intendente de la provincia de Salta don Martín Miguel de Gemes, el venerable señor gobernador eclesiástico y su clero, comunidades religiosas, empleados civiles y militares, vecindario y pueblo en crecido número que fue llamado el día anterior (6/12/1816) por bando”.
De esta forma, Salta, que fue una de las provincias que más lucho por la Independencia, fue la última en poder jurar.