Se trata del hongo Leptolegnia chapmanii, controlador natural de mosquitos hallado en charcos de agua de la localidad platense de Melchor Romero.
Este hongo subacuático combate el mosquito transmisor de la fiebre de chikungunya y el dengue y fue descubierto por investigadores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave), un instituto dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.
"La finalidad de los trabajos es conocer de qué manera los depredadores (otros insectos u microcrustaceos), los parásitos (nemátodos) y los patógenos (virus, bacterias, hongos y protozoos) afectan las poblaciones de Aedes aegypti para reducir el número de insectos", explicaron en un comunicado los científicos y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Conicet.
Los científicos buscan la manera de comercializar este hongo, para así evitar fumigaciones con productos tóxicos que puedan afectar la flora y fauna.
Sin embargo, el insecticida biológico se encuentra en la etapa de formulación, así que todavía falta para que pueda ser comercializado masivamente. Como no existen aún medicamentos antivirales para tratar la chikungunya y el dengue, es la prevención la única forma de evitar el contagio de estas enfermedades que asoman peligrosamente con las altas temperaturas de este verano.
Rapidez
Y en 2008, para su doctorado en la UNLP, Sebastián Pelizza había descrito el aislamiento nativo del Leptolegnia chapmanii, constituyéndose en el cuarto aislado en el mundo y el primero para la región Neotropical. El objetivo fue determinar el efecto de algunos factores bióticos y abióticos sobre la patogenicidad, virulencia y longevidad de los estados infectivos de L. chapmanii con la finalidad de determinar su potencial como agente de control biológico del Aedes aegypti. Según el estudio, en un período de dos minutos, los hongos infectaron las larvas.