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Walter Luna tiene 35 años, en abril del 2012 policías fueron a su casa en el barrio Libertad y se lo llevaron detenido por supuesto abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de tres sobrinas políticas que en ese entonces tenían 12, 16 y 18 años. Durante las investigaciones el juez Martín Pérez llegó a la conclusión de que todo se trató de una mentira y lo sobreseyó.
Hoy Walter está desempleado, tiene cuatro niños y sufre la condena social a pesar de ser inocente.
En las instalaciones de El Tribuno contó junto a su hermana Silvana que "todo esto comenzó cuando descubrimos que Elizabeth, la mujer que me denunció, está relacionada a delitos de trata de personas por lo que radicamos la denuncia en la Justicia federal", contó Walter.
El hombre dijo que fue amenazado por Elizabeth cuando se enteró de la denuncia en su contra: "Me dijo que me iba a acusar de violador y lo cumplió. Denunció que yo abusé de su hija y otras dos sobrinas durante siete años y gracias a los estudios ginecológicos, las cámaras Gessell, la declaración de toda mi familia política y el apoyo incondicional de mi esposa, que siempre creyó en mi, la Justicia me sobreseyó", relató.
En la causa aparte de la declaración de familiares de la denunciante a favor de Walter, se presentó una vecina de la familia Luna, de apellido Quiroga, quien informó al juez de la causa que las denunciantes habían repetido la misma maniobra en contra de su marido años atrás.
Walter luego de pasar un mes y cuatro días detenido en la Alcaidía Judicial, fue liberado por falta de mérito y el tres de diciembre de 2013 fue sobreseído de la causa. Hoy busca un resarcimiento por los daños ocasionados.
"Estoy desempleado, salgo a hacer changuitas para llevan el pan a mi casa.
Mis vecinos no me miran. El daño ocasionado es terrible y alguien tiene que pagar por eso", dijo Walter.
Su hermana aseguró que la denuncia por trata sigue su curso en la Justicia federal dato que también figura en el expediente.
PEDIDO
Walter Luna trabajaba como inspector municipal antes de ser denunciado. Cuando recuperó la libertad y se presentó a trabajar le habían retirado la ficha laboral.
“Nunca me llegó un telegrama de despido. Quiero hablar con el intendente porque soy inocente y eso quedó demostrado en la justicia. Quiero una solución”.
Martín Pérez es el juez que intervino en la causa. Con el resultado de los exámenes médicos, la cámara Gessel y la pericia psicológica de Walter lo sobreseyó.
Hoy Walter está desempleado, tiene cuatro niños y sufre la condena social a pesar de ser inocente.
En las instalaciones de El Tribuno contó junto a su hermana Silvana que "todo esto comenzó cuando descubrimos que Elizabeth, la mujer que me denunció, está relacionada a delitos de trata de personas por lo que radicamos la denuncia en la Justicia federal", contó Walter.
El hombre dijo que fue amenazado por Elizabeth cuando se enteró de la denuncia en su contra: "Me dijo que me iba a acusar de violador y lo cumplió. Denunció que yo abusé de su hija y otras dos sobrinas durante siete años y gracias a los estudios ginecológicos, las cámaras Gessell, la declaración de toda mi familia política y el apoyo incondicional de mi esposa, que siempre creyó en mi, la Justicia me sobreseyó", relató.
En la causa aparte de la declaración de familiares de la denunciante a favor de Walter, se presentó una vecina de la familia Luna, de apellido Quiroga, quien informó al juez de la causa que las denunciantes habían repetido la misma maniobra en contra de su marido años atrás.
Walter luego de pasar un mes y cuatro días detenido en la Alcaidía Judicial, fue liberado por falta de mérito y el tres de diciembre de 2013 fue sobreseído de la causa. Hoy busca un resarcimiento por los daños ocasionados.
"Estoy desempleado, salgo a hacer changuitas para llevan el pan a mi casa.
Mis vecinos no me miran. El daño ocasionado es terrible y alguien tiene que pagar por eso", dijo Walter.
Su hermana aseguró que la denuncia por trata sigue su curso en la Justicia federal dato que también figura en el expediente.
PEDIDO
Walter Luna trabajaba como inspector municipal antes de ser denunciado. Cuando recuperó la libertad y se presentó a trabajar le habían retirado la ficha laboral.
“Nunca me llegó un telegrama de despido. Quiero hablar con el intendente porque soy inocente y eso quedó demostrado en la justicia. Quiero una solución”.
Martín Pérez es el juez que intervino en la causa. Con el resultado de los exámenes médicos, la cámara Gessel y la pericia psicológica de Walter lo sobreseyó.
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