A raíz de informes de distintas consultoras que mostraban una sustancial caída en el consumo, pero además un escenario negativo para los próximos meses, el Gobierno empezó a preparar una batería de medidas para reactivarlo.
Una de ellas fue jugar con la tasa de interés, primero la bajó y ahora volvió al límite que tenía antes. Sin embargo la medida impuesta desde el Banco Central bajo la conducción de Juan Carlos Fábrega, lejos de calmar los mercados provocó más desconcierto.
Es sabido la puja entre el ministro de Economía Axel Kicillof y el titular de la entidad monetarista, batalla que hasta el momento parece liderar el "superministro".
Fábrega, en distintas oportunidades amenazó con renunciar, pero hasta el momento la situación no se salió del cauce normal.
Preocupado por la caída del consumo y de la economía, el Gobierno pidió la semana pasada a las emisoras de tarjetas de crédito que trabajen en el relanzamiento de planes de doce cuotas sin interés para la compra de artículos que no están incluidos en las financiaciones que ofrecen las grandes cadenas comerciales y que sienten el peso de la recesión, como electrodomésticos de línea blanca o indumentaria.
El pedido fue encomendado desde el Ministerio de Economía a los emisores de plásticos en un esfuerzo por apuntalar el uso de tarjetas de crédito y revertir una dinámica que preocupa: el financiamiento a través de éstas, que crecía a un ritmo de entre el 2% y el 8% mensual en la segunda mitad de 2013, se desplomó de los $ 94.000 millones a los $ 86.000 millones desde junio hasta hoy, y mostró en este tiempo retrocesos mensuales de hasta el 4%.
Algunas cadenas de electrodomésticos y supermercados ya ofrecieron el pasado fin de semana planes de entre 12 y 18 cuotas sin interés con todas las tarjetas de crédito, en productos seleccionados: SmartTV, celulares, cámaras digitales, acondicionadores de aire y lavarropas, entre otros artículos de consumo masivo.
Pero el pedido oficial, que se hizo explícito la semana pasada, es hacerlo universal desde todas las emisoras de plásticos.
Frente al escenario actual es difícil saber si solo se trata de alargar los plazos para seducir a los consumidores, ya que en virtud de los últimos acontecimientos el fantasma del fallo del juez Thomas Griesa aparece en cada decisión que involucre el futuro de los argentinos, sea en cualquier actividad.