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Los virajes de Urtubey y 8 años desperdiciados

Lunes, 23 de noviembre de 2015 01:30
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La alta participación del electorado salteño y los resultados en el quinto y último comicio de este 2015 tienen una lectura inequívoca: pese a lo extenuante del año electoral, la gente vio en el balotaje, la posibilidad de sumarse a un acontecimiento histórico, derrumbar los esquema clientelares y sostener con su voto la intención mayoritaria en el país para intentar un cambio en el rumbo de la política argentina.
Ya con los resultados definitivos será cuestión de acomodar la mente y alejarse de prejuicios para encarar sin traumas un nuevo gobierno.
Pero es lógico preguntarse qué pasará en la provincia en este nuevo escenario, donde el gobernador Juan Manuel Urtubey apostó todas sus fichas a un proyecto que no es el que la gente quiere. Pese a sus posiciones notoriamente ambivalentes y a sus arrepentimientos de última hora, Urtubey ha quedado identificado con una línea política que se queda sin el poder y ahora tendrá que mostrar sus diplomas en el convulsionado peronismo, si es que pretende utilizar esa plataforma para sus aspiraciones nacionales.
"La campaña de Scioli es un desastre y yo le dije que iban a perder", consignó LPO de boca de Urtubey
Es allí cuando el análisis toma dos caminos: uno político y el otro puramente administrativo y de gestión en la provincia.
Para el primer caso, y conocidos los números del balotaje, el círculo más próximo a Urtubey saldrá con fuerza a promocionarlo como un aspirante ideal para conducir el PJ nacional, lo cual implica una presencia aún mayor del gobernador salteño en los medios.
No han sido muy favorables sus últimas apariciones: en el almuerzo con Mirtha Legrand, fue Karina Rabolini la que tuvo que hacerse cargo de la defensa política de Daniel Scioli ante los embates de la periodista española Pilar Rahola.
Ayer, luego de conocer los primeros datos del escrutinio, Urtubey brindó una rápida conferencia de prensa antes de viajar hacia Buenos Aires para estar con Scioli, pero nunca apareció cerca cuando éste tuvo que reconocer la derrota.
El Tribuno ya había anticipado que el gobernador salteño preparaba un nuevo viraje ante el escenario desfavorable.
Sitios nacionales especializados comenzaron a notar esta actitud. La Política on Line señaló que Urtubey ya había hablado con Mauricio Macri y le anticipó que "buscará una oposición constructiva, a través de los gobernadores y sus legisladores, que en ese esquema se dividirían de cualquier nostalgia kirchnerista". "La campaña de Scioli es un desastre y yo le dije que iban a perder", repitió ante dirigentes que le preguntaron por su actitud", consignó de boca de Urtubey el sitio LPO.
Otros periodistas de la prensa nacional también advirtieron que Urtubey se presentaba como el futuro canciller de Scioli, pero que en los últimos días se había dedicado a visitar la sede del PRO. De todas maneras su camino para liderar el peronismo no está allanado. El kirchnerismo perdió la presidencia, pero aún mantiene su esquema de poder dentro del PJ y es Jorge Capitanich el favorito en la línea K de paladares negros.
Demasiado acostumbrado al relato kirchnerista, Urtubey transitó ocho años de gestión sin logros para Salta.
Capitanich se jacta de ser uno de los mandatarios que más votos le garantizó a Scioli en su provincia y éste será un buen argumento para confrontar la aspiración de Urtubey, ya que en Salta los vaivenes de los votos oficialistas se hicieron más evidente en las últimas elecciones. Además, la capital salteña se transformó en un "cuco" que ayer también le resultó desfavorable al gobernador. Para Urtubey, la imagen del electo intendente Gustavo Sáenz, aliado de Sergio Massa (quien también aparece en el futuro del peronismo nacional), se transformó en un dolor de cabeza por varios motivos.
Pero hay otro análisis que es más directo para la gente: la gestión de gobierno. Los allegados al mandatario saben que en algún momento Urtubey tendrá que mostrar su gestión y que hay poco para cosechar en ese territorio.
Demasiado acostumbrado al relato kirchnerista, Urtubey transitó ocho años de gestión sin mayores logros para la provincia, mientras otros distritos en la región tuvieron un despegue impresionante en infraestructura y servicios. Sus ocho años de gobierno en Salta no han sido fructíferos en términos comparativos.
Quedan en el balance local obras inconclusas, endeudamiento, desempleo, problemas en la salud y educación. Su visión mezquina y egocéntrica lo sacó del kirchnerismo ortodoxo del que fue parte y puso a Salta en el blanco del populismo y el asistencialismo de migagas, pero nada de progreso.
Sobre la hora y a propia conveniencia, Urtubey admite la pobreza en la provincia y asegura que nunca llegaron fondos de la Nación. Pero ya pasaron ocho años; hay poco gobierno para mostrar y demasiados problemas para resolver.

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