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Se alejó de la función pública por mucho tiempo para dedicarse a su profesión de abogado. Hace ocho años que es uno de los miembros de la Corte de Justicia de Salta, máximo tribunal de la provincia, pero hace algunas horas se convirtió nada menos que en su nuevo presidente. Lo hizo luego de un antecesor que duró 16 años en el cargo: Guillermo Posadas.
Seguro del rol que ocupa la Justicia en la comunidad y preocupado por administrarla en cada rincón de la provincia, el magistrado dialogó con El Tribuno.
Fue una extensa charla en la que la figura del juez quedó más que plasmada como aquel funcionario que debe poseer compromiso y responsabilidad más que cualquier otro trabajador de instituciones públicas.
¿De qué se trata el llevar Justicia a todos los rincones de Salta?
El canal para lograrlo desde el punto de vista institucional estaría dado por la Justicia de Paz Letrada, también conocida como de pequeñas causas o de menor cuantía.
Así como existen lugares en donde hay supermercados, destacamentos policiales y pequeños hospitales, también existen problemas de vecindad, contravencionales, laborales y muchas veces, por esos temas, las personas tienen que viajar a un distrito judicial, ya sea el del Centro, Orán o Tartagal. Entonces resulta muy necesario poner un juez de múltiples competencias para estas causas.
Es decir, la presencia del Poder Judicial.
Así es, tenemos que poner un juez del Poder Judicial. De qué manera resolverá las cosas, está escrito en muchos lados. Está en la constitución, por ejemplo, y no se por qué no se implementó hasta el momento.
Habría que buscar la forma de llevar adelante este proyecto y hacerlo llegar formalmente a mis pares.
La Corte tiene iniciativa parlamentaria. Existe un servicio esencial que se llama administración de Justicia y eso debe existir en todos lados. El acceso a ese servicio se permite con una ley que ponga un juez del Poder Judicial. Será complejo porque será la primera vez pero sí se puede.
¿Complejidad presupuestaria?
En la vida hay dos tiranos, uno es el tiempo, porque yo no puedo volver para atrás, y otro es el presupuesto, pero estoy seguro que si nosotros tratamos de presentar este proyecto, se convierte en una ley orgánica y cuenta con un procedimiento ágil y sencillo. Con un poco de ingenio podemos salir.
Se puede hablar a los municipios para que colaboren con algunas instalaciones, como para dar un ejemplo. Quiero que se destaque que esta fue una idea de Abel Cornejo, cuando en 2008 se acercó a preguntarme cómo era el tema de la sede en Cafayate.
¿Existe la idea de crear más distritos judiciales?
Cafayate y Joaquín V González serán nuevos distritos judiciales porque el suroeste y sureste de la provincia no tiene un distrito, es decir, una circunscripción donde hay varios tribunales. El norte y el sur lo tienen pero esa zona no.
Hablando de pequeñas causas, ¿Qué opina del Código Contravencional?
Aquí existe un tema muy importante que hay que destacar: la materia contravencional es preventiva. No busca castigar ni reprimir en el buen sentido.
El código actual data del 2001, formé parte en la elaboración del proyecto y lo conozco muy bien. Nunca se creó el juez contravencional seguimos aplicando el procedimiento de 1930.
¿Porque cree que causa polémica?
No se lo puede limitar a una sola cosa o un solo tema, por ejemplo, a la zona roja nada más. Tiene varias figuras pero independientemente de esas figuras lo que tenemos que buscar es darle el carácter preventivo porque los ruidos molestos también son preocupantes, los juegos de carnaval, los espectáculos deportivos también.
Tiene penas sustitutas para evitar que se vuelva a cometer una infracción o que pase a mayores y eso es muy importante.
¿Le molesta el reclamo de Justicia de la Comisión de Familiares contra la Impunidad?
El legítimo derecho de peticionar a las autoridades lo tiene cualquier ciudadano. No nos tiene que asustar. Lo que sí tenemos que hacer es escuchar y darle el valor que tiene.
Existe un pequeño libro que se llama Indignate, es sobre derechos humanos y siempre recomiendo que lo lean. Allí se habla sobre la no violencia, el derecho a la resistencia, la protesta pacífica... Todo eso integran los derechos humanos, entonces, cuando vemos a personas protestando no nos tiene que preocupar, sino más bien el motivo y la causa por lo que protestan.
Ellos piden respuestas a sus causas..
La prensa tiene mayor facilidad de hablar con la víctima, los familiares de la víctima y los testigos.
Ustedes pueden tener a la noche la concepción de cómo se puede solucionar el hecho. La Justicia no puede hacer eso, tenemos que respetar garantías constitucionales de los derechos humanos tanto de la víctima y de los familiares como de los imputados o de los sospechosos. Tenemos que realizar varios procedimientos. Ojalá fuera uno, pero son muchisimos. Por ejemplo, en violencia familiar, por día en el distrito centro hay setenta expedientes. Son muchas causas.
El problema de la mora judicial también tiene que ver con el proceso y la estructura y eso no es un problema nuevo
Si, hay maneras de solucionarlo. Se trabajó mucho en eso. El nuevo Código Procesal Penal trae mucha agilidad al respecto, pero también está el ejercicio legítimo de las partes.
Nosotros tenemos que respetar esos derechos. A mí me hubiera gustado que fuera más ágil, mas pronto, pero no es así.
¿Y los jueces?
El tema de agilización también depende fundamentalmente de la tarea de los jueces. Ojalá tuviéramos un número de causas lógico, digamos, dentro de aquello que es posible. Dicen que de acuerdo a la cantidad de habitantes tiene que ser la cantidad de jueces.
Salta tiene 120 jueces, la mitad de primera instancia y la otra mitad de segunda. Actualmente existe una población de 1.200.000 habitantes. Esto no quiere decir que todos ellos tengan problemas jurídicos, pero representa un porcentaje muy alto.
¿Entonces hacen falta más jueces?
Si claro, lo aplaudimos. El doctor Posadas (Guillermo) dijo que cada vez que se crea un nuevo juzgado hay mas sentencias y, por lo tanto, resolución de conflictos. No tenemos otros seres que los seres humanos para que sean jueces.