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Siguen sumándose voces pidiendo que la imagen del general Martín Miguel de Güemes ilustre los billetes que se emitan a partir de 2016. Las razones son muchas. Desde el punto de vista histórico, la trascendencia del Héroe Gaucho excede a la acciones libertarias locales.
Una de las claves de su acción en el marco de lucha por la independencia es el Pacto de los Cerrillos.
El 22 de marzo de 1816, el general José Rondeau, jefe del Ejército Auxiliar del Alto Perú, y el gobernador de Salta don Martín Miguel de Gemes, firmaron lo que en la historia Argentina se conoce como Pacto de los Cerrillos.
El tratado fue firmado en Los Cerrillos, a tres leguas de la ciudad de Salta poniendo fin al enfrentamiento armado entre el Ejército del Norte y la provincia de Salta. También posibilitó que el Congreso de Tucumán, continuase deliberando hasta que el 9 de julio de 1816 declaró la Independencia de las Provincias Unidas.
El cese de la lucha fratricida entre los defensores de la causa de Mayo dejó a Salta en libertad de acción para impedir el paso del ejército realista hacia las provincias de abajo (Tucumán, Córdoba y Buenos Aires).
Finalmente, el tratado permitió que el general San Martín pudiese llevar adelante, con total tranquilidad, su plan estratégico de cruzar Los Andes y liberar Chile y Perú.
Destacados historiadores consideran que el Tratado de Paz de Los Cerrillos es uno de los pactos preexistentes mencionados por el Preámbulo de la Constitución Nacional de 1853.
Tanto el Congreso de Tucumán como el general José de San Martín, por entonces gobernador de Cuyo, se manifestaron con respecto al tratado Güemes - Rondeau.
Congreso de 1816
Por su parte, el Congreso, reunido el 1 de abril de 1816, felicitó a ambos jefes "por sus conductas de paz y no beligerancia"; en tanto San Martín remitió de Mendoza a Tucumán una muy difundida carta al congresal cuyano Godoy Cruz. En ella el Libertador cuenta que "más que mil victorias, he celebrado la unión entre Güemes y Rondeau con bailes y repiques...".
En Tucumán también fue celebrado con repiques de campanas, misas y bailes.
Por su parte, el general Rondeau declaró en Jujuy "irrito y de ningún valor" su bando lanzado en Chuquisaca, señalando que Martín Güemes era "traidor y tirano del país".
Una de las claves de su acción en el marco de lucha por la independencia es el Pacto de los Cerrillos.
El 22 de marzo de 1816, el general José Rondeau, jefe del Ejército Auxiliar del Alto Perú, y el gobernador de Salta don Martín Miguel de Gemes, firmaron lo que en la historia Argentina se conoce como Pacto de los Cerrillos.
El tratado fue firmado en Los Cerrillos, a tres leguas de la ciudad de Salta poniendo fin al enfrentamiento armado entre el Ejército del Norte y la provincia de Salta. También posibilitó que el Congreso de Tucumán, continuase deliberando hasta que el 9 de julio de 1816 declaró la Independencia de las Provincias Unidas.
El cese de la lucha fratricida entre los defensores de la causa de Mayo dejó a Salta en libertad de acción para impedir el paso del ejército realista hacia las provincias de abajo (Tucumán, Córdoba y Buenos Aires).
Finalmente, el tratado permitió que el general San Martín pudiese llevar adelante, con total tranquilidad, su plan estratégico de cruzar Los Andes y liberar Chile y Perú.
Destacados historiadores consideran que el Tratado de Paz de Los Cerrillos es uno de los pactos preexistentes mencionados por el Preámbulo de la Constitución Nacional de 1853.
Tanto el Congreso de Tucumán como el general José de San Martín, por entonces gobernador de Cuyo, se manifestaron con respecto al tratado Güemes - Rondeau.
Congreso de 1816
Por su parte, el Congreso, reunido el 1 de abril de 1816, felicitó a ambos jefes "por sus conductas de paz y no beligerancia"; en tanto San Martín remitió de Mendoza a Tucumán una muy difundida carta al congresal cuyano Godoy Cruz. En ella el Libertador cuenta que "más que mil victorias, he celebrado la unión entre Güemes y Rondeau con bailes y repiques...".
En Tucumán también fue celebrado con repiques de campanas, misas y bailes.
Por su parte, el general Rondeau declaró en Jujuy "irrito y de ningún valor" su bando lanzado en Chuquisaca, señalando que Martín Güemes era "traidor y tirano del país".
OPINION: Por Daniel Díaz El Tribuno
Los próceres y los billetes
Existe una corriente válida y moderna que busca que la imagen de los grandes hombres y mujeres que ayudaron a construir el país desde la base de las instituciones, tengan también el reconocimiento que se merecen. Este es el caso de los jóvenes del PRO, quienes propusieron que el billete de $500 lleve la cara del expresidente Arturo Frondizi. A ellos se suman los que señalan que Hipólito Yrigoyen, entre otros grandes hombres de la política nacional, deberían ocupar ese lugar, tal como lo hicieron en su momento Belgrano, San Martín, Sarmiento, Roca, entre otros.
Pero existe un dato no menos cierto, que hace referencia a que la sociedad está aún en deuda con la tarea desarrollada por los héroes de la independencia y en este punto Martín Miguel de Güemes es el ejemplo más relevante.
No se trata solo de un reclamo de los salteños y del norte argentino, sino que darle la envergadura que merece su acción emancipadora, cuyo efecto se derramó en toda América hispana es una aspiración de todo el interior del país. A esta corriente se suman día a día voces de Buenos Aires y Capital Federal, donde de a poco la imagen de Güemes va tomando el significado de prócer que le corresponde, superando la de caudillo del interior bajo la que estuvo subyugada durante muchos años.
Formar parte de un billete, sin lugar a duda ayudará a difundir la gesta del Héroe Gaucho, que fue fundamental en los albores de la Patria.
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