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Los datos fueron compilados por el detector óptico de oscilación transitoria (OTD, por sus siglas en inglés) y el sensor de imágenes de relámpagos (Lightning Imaging Sensor o LIS), cuyos análisis permitieron, por ejemplo, saber que en el planeta caen, en promedio, 150 rayos al año por kilómetro cuadrado.
El mapa muestra que el lago de Maracaibo (en Venezuela) es el territorio que mayor cantidad de descargas de este tipo recibe, pues se estima que en esa zona se experimentan alrededor de 300 tormentas eléctricas cada año.
Es más, Catatumbo, ubicado en la cuenca de este mismo lago, tiene el récord de 250 rayos por kilómetro cuadrado y unos 1,6 millones de relámpagos por año.
La República Democrática del Congo (África) no se queda atrás en las estadísticas. De hecho, Kifuka (ubicada en la región centro oriental de ese país), recibe cerca de 158 relámpagos por kilómetro cuadrado al año.
Daniel Aranguren, doctor en Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia y quien se dedica a investigar este fenómeno, asegura que "es más probable que se produzcan tormentas eléctricas en tierra que en los océanos, porque la tierra sólida absorbe la luz solar y se calienta más rápido que el agua. Además, las zonas más cercanas al Ecuador cuentan con un alto nivel de radiación solar, lo cual genera que la temperatura sea mayor y los vientos más fuertes y, por ello, se presenta allí mayor cantidad de rayos".
Para prevenir desastres los expertos recomiendan tener precaución en las épocas del año en las que hay mayor actividad de rayos.
Las personas deberán ser cuidadosas entre la 1 de la tarde y las 7 de la noche, período con mayor actividad eléctrica de este tipo.
Aunque los rayos se asocian con calamidades, lo cierto es que cumplen una función energética que beneficia la vida.
"Los rayos están relacionados con la fertilidad de la tierra -explica Aranguren-. Se sabe que son una de las formas que tiene la naturaleza para desarrollar procesos químicos y aumentar el oxígeno en la atmósfera. Además, siguen siendo un fenómeno que no deja de llamar la atención entre los investigadores", detalló el científico.