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El individuo reside en la zona norte de Tartagal y el pasado 12 de junio, y aprovechando un descuido de una familia de la que era amigo, ingresó a la vivienda y abusó sexualmente de una menor de 10 años.
Casi dos semanas después -el 26 de junio- el sujeto fue atrapado por los familiares de la chiquita. Fueron ellos mismos los que llamaron a la Policía que lo trasladó a la comisaría 42 donde quedó alojado. En el momento en que los familiares fueron a increparlo, el sujeto golpeó a una de las tías de la menor y le fracturó la muñeca por lo que debía responder también por otra causa por lesiones.
Pero el lunes anterior, la Policía, por un grave error administrativo, le otorgó la libertad.
En esta segunda oportunidad también fueron los propios familiares -una tía y la mamá de la infortunada nena- quienes hicieron la investigación para saber dónde se encontraba Cazón y así determinaron que se escondía en la casa de una nieta en el barrio San Miguel .
Allí se dirigieron los familiares y nuevamente impidieron que el sujeto se dé a la fuga hasta que llegó al lugar la Brigada de Investigaciones.
La noche del miércoles, y a pesar de la baja temperatura, se movilizaron hasta la dependencia para protestar por la mala actuación de la Policía y arrojaron huevos sobre el edificio. Con carteles que decían: "Le cortaste las alas a un ángel. Perpetua. Justicia", "No queremos más niños/as violados" y "Basta de abuso sexual", una decena de personas manifestaron su malestar e indignación.
El "accionar" de dos mujeres para dar con el violador
María Aramayo es tía de la chiquita abusada sexualmente y recordó que "este delincuente se estaba escapando desde hacía dos semanas después de cometer el hecho y yo lo atrapé. Estuvo detenido y el lunes a la tarde nos enteramos que había salido en libertad. Nos vinimos inmediatamente a la comisaría 42 y nos confirmaron que efectivamente estaba libre por la causa por lesiones que yo había denunciado. En el momento en que lo atrapamos, cuando me había atacado con un cuchillo, me fracturó la muñeca e intentó estrangularme. Le pedí una explicación al comisario y me pidió disculpas, diciéndome que había sido un error, "somos seres humanos y también nos podemos equivocar'' se justificó, y diciendo que la planilla de detención solo constaba que estaba alojado en la 42 por lesiones. También me dijo que ellos tienen que atender a 40 detenidos y que son muy pocos policías", expresó indignada.
Al recordar cómo sucedieron los hechos, María relató que luego de que pasaran varios días de la violación de la nena, "nosotros mismo decidimos atraparlo porque la Policía demoraba injustificadamente. Fui hasta la casa de una sobrina de este hombre en el barrio San Miguel de apellido Ortiz donde él estaba oculto. La sobrina se negaba pero como yo le dije que no me iba a mover del lugar, mientras otros familiares iban a buscar la Policía, este hombre salió armado con un cuchillo y se escapó. Yo lo seguí, logré atraparlo hasta que llegó el 911 y lo trasladaron hasta la comisaría 42. En ese momento me golpeó y me fracturó la muñeca".