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Este atractivo turístico, de 20 kilómetros, es un recorrido obligado para los turistas que visitan la provincia y, por qué no, para los salteños.
La Cuesta del Obispo es un tramo que se puede realizar en un día. Llegar hasta la Piedra del Molino toma un poco más de dos horas. El trayecto es de menos de 100 kilómetros pero el paisaje que viste a ese camino es inolvidable.
Los turistas que visitan el lugar se muestran impactados por la inmensidad. Algunos se animan a compararlo con un paseo en las nubes. "Es una maravilla lo que tienen acá los salteños. Estar tan alto nos hace sentir que podemos tocar el cielo con las manos", comentó Natalia a El Tribuno, una santafesina que viajaba junto a su pareja y un matrimonio amigo, y recorre en auto el norte argentino.
Lugar para descansar
Luego de recorrer el serpenteante camino de Escoipe y antes de empezar el abrupto ascenso por la Cuesta del Obispo, se encuentra una hostería en la que los visitantes pueden tomar o comer algo.
El lugar no tiene corriente eléctrica y se alimenta con paneles solares, pero sí cuenta con baños, además de dos puestos que venden productos regionales y artesanías.
En la Cuesta del Obispo, antes de llegar a la Piedra del Molino, hay un parador que está diseñado para que los conductores puedan descansar y contemplar el paisaje. Tiene varios puestos que ofrecen artesanías, quesos y salames hechos por los lugareños.
Este es uno de los puntos que los turistas eligen para sacarse fotos con una vista de fondo extraordinaria y con animales autóctonos.
La quebrada de Escoipe
La Quebrada de Escoipe es un paraíso que se encuentra a pocos kilómetros de la capital salteña. A tan solo 57 kilómetros de la ciudad se puede conocer uno de los cañones más pintorescos de la geografía salteña. Se extiende desde Chicoana hasta el pie de la Cuesta del Obispo.
Primero fue el Camino del Inca y la ruta utilizada por los conquistadores. Después, la quebrada fue utilizada como vía de comunicación por los viajeros desde tiempos más remotos.
Las distintas formaciones geológicas multicolores y la llamativa vegetación que se encuentra durante todo el recorrido crean un cuadro perfecto para disfrutar del trayecto en cualquier época del año. Sin dudas, Escoipe tiene un gran atractivo turístico.