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Dirigencia ejemplar
¡Buen día! Me hubiera gustado que el título de esta nota reflejará a nuestra dirigencia en el amplio espectro de su participación. Si fuera cierto que cada sociedad tiene los dirigentes que se merece, la nuestra no debiera sentirse muy orgullosa. Pero no debemos ser injustos generalizando. Hay en el país dirigentes ejemplares, pero siguen siendo pocos y con poca prensa, tal vez, no se los conoce como debiera.
Una sociedad proyectada hacia el futuro necesita de una dirigencia que, con su conducta personal sirva de punto de referencia para que la sociedad en si conjunto pueda mejorar, sobre todo en lo moral. "Nuestros dirigentes (políticos económicos, religioso, intelectuales)
deberían dar ejemplo de una conducta que demuestre intereses más elevados que los que parecen preocuparlos, asumir un mayor compromiso, exhibir más responsabilidad y más seriedad en relación con los problemas del país. A ellos les corresponde acercar las asas firmes de donde los demás -entre otros, sus propios hijos- se pueden tomar para elevarse. Proporcionar los fundamentos sólidos, esencialmente la educación, sobre los cales construir un país en serio. Necesitamos recibir señales permanentes de la cultura que perduren más allá
del espejismo fugaz de la fama". Este sólo pensamiento perteneces al doctor Guillermo Jaime Etcheverry, quien ha bregado siempre por la excelencia de toda educación. Es tiempo de recordar otra vez que "las palabras convencen, los ejemplos arrastran..."