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Un preso pidió permiso para ir al baño. Era el sábado a la noche. Cuando uno de los tres policías que estaban de turno en la Comisaría de Aguaray le abrió la puerta, el detenido y otros 14 presos se abalanzaron y huyeron. Los otros dos policías no pudieron hacer nada más que pedir ayuda al único móvil que tiene esa dependencia, e iniciar la recaptura.
Con apoyo de la Unidad Regional 4 de Tartagal (a 34 kilómetros) se inició la búsqueda. Antes del amanecer del domingo, habían recapturado a 11. Durante la mañana, después de las 9.30, atraparon a otro, pero tres no fueron encontrados.
Saturación
El episodio en Aguaray volvió a poner el foco de atención en la saturación de las unidades de detención que la Policía y el Servicio Penitenciario tienen en el norte.
En esa localidad, en agosto, un detenido se habría escapado y fue recapturado poco después. En Tartagal y General Mosconi, los escapes y revueltas de presos por malas condiciones de alojamiento también son frecuentes. En octubre de 2014 hubo un gran revuelo en la comisaría 42 de Tartagal, donde 57 detenidos, hacinados en dos celdas, intentaron fugarse y se amotinaron porque no tenían agua ni electricidad y la temperatura rondaba los 45 grados.
Esa vez, el comisario Walter Carral, segundo jefe de la Unidad Regional 4, dijo que en las dependencias de la zona había 200 detenidos, lo que superaba la capacidad de todas las celdas. La Alcaidía, habilitada después, hoy también está saturada. En Aguaray, la comisaría aloja a 12 detenidos, aunque el espacio estaba previsto para 4 o 5.
Con apoyo de la Unidad Regional 4 de Tartagal (a 34 kilómetros) se inició la búsqueda. Antes del amanecer del domingo, habían recapturado a 11. Durante la mañana, después de las 9.30, atraparon a otro, pero tres no fueron encontrados.
Saturación
El episodio en Aguaray volvió a poner el foco de atención en la saturación de las unidades de detención que la Policía y el Servicio Penitenciario tienen en el norte.
En esa localidad, en agosto, un detenido se habría escapado y fue recapturado poco después. En Tartagal y General Mosconi, los escapes y revueltas de presos por malas condiciones de alojamiento también son frecuentes. En octubre de 2014 hubo un gran revuelo en la comisaría 42 de Tartagal, donde 57 detenidos, hacinados en dos celdas, intentaron fugarse y se amotinaron porque no tenían agua ni electricidad y la temperatura rondaba los 45 grados.
Esa vez, el comisario Walter Carral, segundo jefe de la Unidad Regional 4, dijo que en las dependencias de la zona había 200 detenidos, lo que superaba la capacidad de todas las celdas. La Alcaidía, habilitada después, hoy también está saturada. En Aguaray, la comisaría aloja a 12 detenidos, aunque el espacio estaba previsto para 4 o 5.
Continúa la búsqueda de otros 3
La Policía de Aguaray y de Tartagal continuaba ayer con el operativo para recapturar a los tres presos que se habían fugado de la comisaría. "Son detenidos por robos y lesiones; ninguno de ellos tiene antecedentes de homicidios ni de delitos graves", dijo una fuente vinculada a la Policía.
Para lograr su detención se realizan tareas de investigación en el pueblo y en localidades vecinas, ya que no se descarta que los tres detenidos hayan intentado salir de Aguaray o que ya lo hayan logrado.
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