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Presos
¡Buen día!Es probable que usted nunca haya estado preso (y si alguna vez lo estuvo, confirmará seguramente lo que transcribo más abajo). Hay una marginación social contra el preso. Suponemos que, si está en la cárcel, "por algo será"; lo cual es cierto en la mayoría de los casos. Pero aún así no tenemos que olvidar que muchísimas veces el delito cometido es la consecuencia natural de mil carencias vividas en la niñez: hogares desquiciados, falta de afecto, miseria económica y espiritual ... La lista podría ser interminable.
¿Usted se preguntó qué es realmente un interno de la cárcel? Tengo aquí una serie de respuestas breves, elaboradas por Ayuda Cristiana al Preso. Leerlas nos ayudará también a nosotros, para tener una conducta más cristiana hacia él:
El preso es un ser humano aislado, golpeado, reprimido, sometido a una situación de por sí antinatural y violenta. Es un manejado, un marginado; un pobre cultural, económica y socialmente hablando.
El preso es una persona que vive con la terrible certeza de que la obtención de su libertad y su reintegro a la sociedad no tienen relación alguna con su arrepentimiento o su conversión, sino que están condicionadas al cumplimiento de la fría cifra de la condena.
El preso es un ser humano, culpable o no, a quien detrás de su cárcel nadie espera, nadie quiere, nadie recibe. Es rehuido por todos. O bien, es buscado por otros malvivientes que, sabiendo de su condición de necesitado y de segregado social, intentan utilizarlo nuevamente en el delito.
El preso es alguien que equivocó su camino en la vida y a quien, por eso mismo y siguiendo el ejemplo del Buen Pastor, debemos reincorporar al redil.
El preso es un ser humano, un ciudadano a quien le debemos todas las oportunidades para que, de ser un factor negativo y de preocupación, se convierta en un factor positivo y constructor del mundo nuevo que anhelamos.
Y está sobre todo la palabra del Evangelio que nos alienta a ver en cada preso la imagen sufriente de Jesús: "Estuve preso y ustedes me visitaron" (Mt 25,36). ¿O tendrá que reprocharnos de no haberlo hecho?
¡Hasta Mañana!