Lohana y la zona roja

Falleció Lohana, una defensora de los derechos de las personas con diversidad sexual. Una luchadora, en definitiva, de los derechos humanos. Y con motivo de su carta de despedida, me animé a escribir estas líneas, vinculadas con el tema de fijar una zona roja en esta Salta.
Y desde una mirada comprometida con los DDHH es que realizo la siguiente reflexión: Lohana dice: "Nunca más iremos presas por nuestra condición". Esto se debe a que se criminalizaba su condición, la policía las detenía, las perseguía, y muchas veces las explotaba. Esto fue denunciado una infinidad de veces.
Somos una sociedad discriminadora, con el supuestamente diferente. El que discrimina se siente el mejor, más apto, elegible, muchas veces por su condición social, aunque su capacidad sea infinitamente menor que aquél que pretende excluir.
El querer fijar una zona roja, ¿no es otro intento de excluir y discriminar? ¿No estamos señalando quiénes permanecemos fuera esos límites y a quiénes confinaremos a esa zona? ­Y resulta que los excluidores luego son los que van a buscar a los excluidos a esa zona diferente!.
Lo humano e inclusivo sería hacer cumplir la Constitución y que se discrimine por la condición social, religiosa o sexual; que se garantice el empleo público o privado para que todos puedan vivir con dignidad.
Es responsabilidad del gobierno dar capacitación, contención y atención especial en la salud.
El Gobierno no puede ser cómplice de los que discriminan. Por todo esto, una zona roja, es un acto de discriminación, de violencia intolerable. No se puede fomentar la prostitución; la zona roja es eso y no se puede permitir que la prostitución sea la salida para muchos jóvenes.
Debemos fortalecer valores, capacidades, y ayudar y contener al que lo requiera, sin que las personas pierdan sus valores.
Es de humanos valorar al otro, ayu dar al que lo necesita, pero no el em pujarlo para que se hunda más.