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Familiares del piquetero aseguran que lo querían matar

Domingo, 20 de marzo de 2016 01:30
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"Mi hijo estaba sano y sobre todo estaba contento porque el juez Aramayo ya nos había dicho que en menos de 10 días salía en libertad", en medio de un llanto incontenible Sara Salvatierra, madre de Pablo Moreno, fallecido en dudosas circunstancias en la comisaría 45 de Tartagal, relató que su hijo no solo no padecía ninguna enfermedad, sino que estaba bien de ánimo. La última vez que los familiares lo vieron con vida había sido el jueves anterior "de buen ánimo, contento y sobre todo sano", recordó su madre.
En la mañana de ayer familiares de Moreno, quienes se encontraban en el hospital Juan Domingo Perón aguardando la entrega de su cuerpo, insultaron a los efectivos policiales, a quienes responsabilizan de la muerte del desocupado, quien se encontraba detenido desde hacía cinco meses luego de protagonizar un violento incidente en el paraje El Chirete, ubicado en Morillo.
Ante el temor de que algo le pudiese pasar, su esposa Silvina Juárez recordó que "estando detenido en la comisaría 42, la misma policía lo amenazó y le anticipó que iba a ser boleta. Por las amenazas reiteradas que sufría el juez ordenó que lo saquen de esa dependencia y lo lleven a la 45", apuntó la mujer. "Él sabía que podían hacerle daño, por eso hace algún tiempo cuando los policías fueron a buscarlo para sacarlo de la 45 otros detenidos se opusieron y en ese momento se salvó. El jueves estuvimos compartiendo con él y Pablo mismo nos decía que no quería afeitarse para que no lo reconocieran, porque sabía que lo querían matar; los policías se la tenían jurada, ya se lo habían dicho varias veces", recordó su esposa.

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Pablo Moreno estaba acusado de quemar a policías en Morillo. ARCHIVO.

Descargo familiar

Los familiares de Moreno recordaron que el día de los incidentes "nosotros estábamos esperando una respuesta por parte de la empresa Vertúa, estábamos totalmente tranquilos porque había muchas mujeres y niños. La policía llegó y comenzó a reprimirnos y de ninguna manera fue como se dijo por todos los medios que Pablo Moreno intentó quemar vivo a un policía, eso es totalmente falso".
"Tan falso fue -agregaron- que cuando los policías tuvieron que presentarse a declarar ante el fiscal y el juez no lo hicieron y por ese motivo es que en una semana Pablo iba a salir en libertad". Es la versión de una familia dolorida por la muerte de Pablo Moreno. Sin embargo, hay imágenes que muestran a Moreno arrojando fuego a los uniformados.
Los familiares recordaron que "este es el segundo hecho sospechoso que sucede en la comisaría 45. Hace unas semanas un chico murió en la misma comisaría y dijeron que se suicidó, pero eso es muy dudoso. Por la muerte de Pablo nadie nos dio una explicación, no quedará así porque vamos a recurrir a quien sea necesario para que se aclare y se haga justicia. Se condene a los responsables de su muerte".
Pascual Moreno, hermano del detenido fallecido, por su parte, recordó: "Lo que dice la policía es que mi hermano se ahogó y que en ese momento ellos estaba ocupados dándole la libertad a otro detenido; que cuando fueron a verlo ya no respiraba". Según el hermano de Pablo, pasó media hora hasta que "lo llevaron al hospital, lo sabemos porque cuando ingresó el médico de guardia trató de reanimarlo sin mucha suerte, porque había pasado mucho tiempo. Mi hermano estaba sin vida".
"Pablo Moreno nunca fue un delincuente ni un criminal, era una persona sana en todo sentido, ni siquiera fumaba; estaba pidiendo trabaja porque tenía que darle de comer a 3 hijos y jamás fue detenido por ladrón. Lo tuvieron detenido cinco meses y como no sabían qué causa armarle, tenían que darle la libertad a más tardar la próxima semana. Pero ahora nos tenemos que conformar con llevar su cadáver, esto no es justo", expresó Pascual Moreno.

El piquete que se cobró una vida

El 29 de septiembre del año pasado un grupo de criollos y miembros de comunidades originarias cortaron el acceso a la empresa Vertúa, que construye el Gasoducto del NEA, en Morillo. Reclamaban puestos de trabajo que les habían prometido. Un grupo de Infantería de la Policía fue trasladado al lugar para que abriera paso a un colectivo que llevaba a empleados de la empresa. Al avanzar sobre el piquete, cuando un policía lanzó un golpe con su bastón, Pablo Moreno le lanzó nafta que tenía en la mano derecha y encendió el combustible con una antorcha que tenía en la mano izquierda. Hay un video de ese instante.
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Tras la protesta en el paraje El Chirete, Pablo Moreno junto a otros cinco manifestantes fueron detenidos y llevados a la comisaría 42 de Tartagal. Más tarde Pablo fue trasladado a la comisaría 45 de esa ciudad, mientras que los otros cinco acusados quedaron libres y pudieron regresar a Morillo.
Pablo Moreno era padre de tres niños, de 13, 7 y 3 años. El mayor de los chicos, según denuncia la famillia del muchacho fallecido, recibió disparos de balas de goma cuando se produjeron los incidentes que terminaron con la detención del padre. La foto de Pablo y su hijo herido fue una de las publicadas tras el choque con los policías.
Según el informe de la autopsia que se le practicó ayer en el hospital Juan D. Perón de Tartagal, Pablo Moreno murió como consecuencia de un paro cardíaco por bronco aspiración. Tenía 34 años. La madre aseguró que lo vio el jueves de la semana anterior y que él estaba "animado y sano". La familia descree del informe del médico forense y sospechan que habría sido un crimen.
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