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3 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Se proyecta que más de 10 mil ingresantes abandonarán la universidad

Sabado, 05 de marzo de 2016 01:30
<div>En la UNSa hay más de 15 mil preinscriptos para este año. Andrés Mansilla.&nbsp;</div><div>
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Casi 18 mil son los preinscriptos para iniciar su tránsito universitario en el 2016, de los cuales poco más de 15 mil se anotaron en la Universidad Nacional (UNSa) y el resto en la Universidad Católica (Ucasal). De esos 18 mil, se calcula que 10 mil no proseguirán sus estudios.
La mayor parte de los preinscriptos en la UNSa, entre un 60% y un 70% según estimaron autoridades de la institución, no se transforman en alumnos regulares. De los más de 15 mil que iniciaron sus trámites este año, se proyecta que solo unos 6.000 se conviertan efectivamente en estudiantes. En la universidad confesional, paralelamente, el porcentaje de deserción queda en un 20%. Para 2016 se sumarían unos 2.000 nuevos alumnos.
En el 2014 llenaron los formularios virtuales más de 16 mil personas, y poco más de tres mil completaron su inscripción en la UNSa. Marta Elena Torino, secretaria académica, indicó que el porcentaje histórico de preinscriptos que se convierten en alumnos regulares oscila en el 40%, mientras que Silvia Ibáñez, coordinadora general del Ciclo de Iniciación Universitaria (CIU), dijo que la alícuota histórica rondaría "entre el 30 y el 40%".
Ambas referentes detallaron que muchos de los que realizan los trámites en internet lo hacen cuando faltan muchos meses para que arranque el ciclo lectivo, por ello algunos ni siquiera asisten a la universidad pero figuran en esta estadística. "Muchos se anotan en dos o tres carreras, o se inscriben en la UNSa como segunda opción por si no entran en otra universidad", señaló la ingeniera en Química y responsable del CIU 2016.
Torino, por su parte, afirmó que "la Universidad tiene una oferta académica de 48 carreras". La otrora ministra de Educación de los primeros meses de gobierno de Juan Manuel Urtubey reconoció también no tener datos de la sede de Santa Victoria porque allí no se completa un formulario por internet. La UNSa tiene sedes en Orán, Tartagal, Metán y Santa Victoria.
De los 15 mil preinscriptos para éste año, más del 80% se anotaron en la sede central de Salta Capital, unos 1.200 en Tartagal y cerca de 800 en Orán. La población estudiantil fue de 30.123 alumnos en 2015.

Poca deserción

A diferencia de lo que sucede en la UNSa, las características de la Ucasal hacen que la deserción no se presente como un problema. Según estiman desde la Oficina de Ingreso y Seguimiento de dicha institución, aproximadamente el 80% de los preinscriptos termina por confirmar su condición de estudiante corriente.
Los preinscriptos de este año rondan los 2.500 -todavía están abiertas las inscripciones-, de los cuales prácticamente la totalidad está asistiendo al Curso de Ingreso a la Vida Universitaria (CIVA).
El imaginario que reza que "lo que cuesta, duele" encuentra razón de ser en el alto porcentaje de preinscriptos que efectivizan su condición de alumnos de la universidad privada. Los aranceles de la Ucasal harían que la decisión de preinscribirse sea tomada cuando ya se meditó sobre las diversas chances y se decidió emprender el camino universitario.
Las cuotas varían de una carrera a otra, pero en ningún caso se encuentran por debajo de las cuatro cifras. Esta condición funciona como un cepo para aquellos interesados que no cuentan con un respaldo económico, sobre todo en las carreras que se dictan exclusivamente en la Ucasal y que son muy demandadas en la oferta académica en general, como ser Abogacía, Psicología o Arquitectura.
Hay otros planes de estudio que tampoco se hallan en la cartera de carreras de la UNSa, como el de Traductor Público en inglés, la Licenciatura en Criminalística o el título de veterinario. El cursado de medicina, que propicia la UNSa en articulación con la Universidad Nacional de Tucumán, no invade el monopolio que la Ucasal tiene en varias de las carreras más demandadas del país.

Estrategias para el ingreso

Tanto el CIU como el CIVA son dispositivos estratégicos tendientes a introducir, de la manera menos traumática posible, a los nuevos estudiantes. Desde la Ucasal aseveraron que "el CIVA es no obligatorio", aunque también aclararon que lo consideran insoslayable para insertarse en la vida universitaria.
Es decir, un preinscripto que no vaya al CIVA, igualmente puede empezar las clases en las aulas de la Universidad Católica.
En ese sentido el CIU es igual, no es de carácter obligatorio ni eliminatorio. Sin embargo, algunas facultades otorgan crédito extra a quienes tienen un desempeño destacado a lo largo del CIU.
En Ingeniería, por ejemplo, quienes aprueban todas las evaluaciones del ciclo son eximidos de rendir los primeros parciales de algunas asignaturas.
Un resultado directo de esos estímulos se traduce en el porcentaje de asistentes al CIU: Ingeniería es la unidad académica que más asistentes tiene.
No hay instituciones privadas de alcance nacional y grado universitario que funcionen en la provincia.

La matrícula provincial es de 43 mil estudiantes

En educación superior de la provincia hay más alumnos que en las universidades. En el ámbito provincial también se presentan alternativas educativas, que totalizan para este 2016, 66 carreras diferentes. Los terciarios tienen unos 43.000 alumnos. En muchos casos vienen a complementar la oferta de las dos universidades, aportando carreras específicas de áreas científicas más generales, como el caso de Economía Social, Gestión Cultural o Locución.
Asimismo, también hay carreras con mucha trayectoria que solo se encuentran en el nivel terciario, sobre todo en el campo de las artes. Teatro, música y danza están entre las destacadas, pero también profesiones de otro tipo, como el magisterio, la especialización en turismo o la luthería, dictada en Cafayate.
En el campo de los idiomas, Lenguas Vivas aventaja con creces tanto a la UNSa como a la Ucasal, siendo el instituto de educación superior con mayor oferta en profesorados y especializaciones al respecto. En las áreas técnicas el prestigio de la educación terciaria no tiene parangón con el halo de legitimación que rodea a los ingenieros universitarios.
Dentro de la oferta educativa provincial también se incluyen los talleres libres y las escuelas de artes y oficios, que según Iris Olarte, subsecretaria de Planeamiento Educativo, se elevan a 79 totales. En 2007 eran 8.000 los asistentes a estas opciones, mientras que en 2015 ya se registraba 14.150.
En ese mismo período, entre 2007 y 2015 la matrícula de los establecimientos terciarios e institutos superiores de Salta se incrementó en más de un 100%. Se pasó de 20.000 a 43.000 en ocho años. Sin embargo, no hay estadísticas que puntualicen la cantidad de graduados y el nivel de inserción laboral que han tenido.

Opciones

La batería de variantes para la formación que ofrece el nivel provincial excede a las ofertas de ambas universidades. La UNSa cuenta con 63 carreras, mientras que la Católica tiene 64, divididas en algunas de grado y otras de pre-grado, títulos intermedios o tecnicaturas. De todos modos, las poblaciones de ambas casas de estudios son mucho menores que los 43 mil estudiantes que componen la grilla provincial. La UNSa, con una matrícula que por lo menos duplica la de la Ucasal, tiene poco más de 30 mil estudiantes.
La educación superior provincial tiene presencia en 49 de los 60 municipios, cuestión que fundamentaría la diferencia entre su matrícula y la de las universidades. No obstante, no todas las carreras se dictan en todas las dependencias, la mayoría solo se cursa en la ciudad capitalina. También sucede en sentido contrario: la Tecnicatura Superior en Luthería solo se dicta en el Instituto 6032 de Cafayate.
En este nivel educativo el calendario académico estipula que el tiempo que va del 15 de febrero al 4 de marzo es para el período de orientación, ambientación y nivelación para ingresantes, y es de carácter obligatorio.

Alfabetización contra la deserción

La línea de la alfabetización académica se presenta como una opción. El sentido común entiende que se aprende a leer y escribir en los primeros años de escolaridad, sin embargo, la línea de trabajo impulsada en Argentina por la catedrática Paula Carlino entiende que la alfabetización académica es un proceso permanente, que inclusive se revisa ante cada nueva asignatura que el alumno cursa.
El profesor de la materia Comprensión y Producción de Textos en la Universidad Nacional, Sergio Grabosky, explica que "incluso un chico que está llegando a la etapa de producción de tesis necesita acompañamiento y formación en lo que a prácticas de escritura respecta". Desde esta óptica, según detalla Grabosky, se considera que, por ejemplo, el que nunca escribió una tesis de doctorado -por más que ya tenga un título de grado-, aún necesita alfabetizarse en ciertas pautas de escritura que son particulares de ese formato.
"En todas las grandes universidades del mundo, tanto en las europeas como en las norteamericanas, el trabajo con la escritura es permanente, inclusive en las etapas de producciones finales o tesis", reafirma el especialista.
Además, acotó que "uno no es experto en leer y escribir todos los textos, se aprende a leer y escribir textos específicos, géneros particulares". En esas premisas se sostiene la línea de trabajo de la alfabetización académica, que convive con otras visiones canónicas de la educación en las que se considera que el saber es transferible de maestros a discípulos, y que la lecto-comprensión se adquiere en la etapa escolar.

Deserción multicausal

Según el docente de la UNSa, los problemas en lectura y escritura son factores clave para entender la deserción escolar, pero "no pueden separarse de los contextos socio-económicos que atraviesan los estudiantes".
Desde la óptica de Grabosky, "en su origen histórico, las instituciones de nivel superior no eran de acceso irrestricto. Había colegios secundarios que preparaban para ingresar a los niveles superiores pero otros no".
El especialista agrega: "Actualmente vivimos en un momento de alfabetización para todos los sectores, además tenemos un secundario obligatorio, lo cual genera que una mayor cantidad de personas ingresen a la universidad. Eso también acarrea una mayor cantidad de dificultades", cerró.

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