¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
18°
10 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Laberintos humanos. Chistido celeste copy

Sabado, 02 de abril de 2016 01:30
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Laberintos humanos. Chistido celeste copy

Natanael Cúspide estaba atontado por la piña que le diera en la pera el Toronjil, quien quedó sentido por el golpe que le diera su cuñado en el hombro con el cabo del hacha. Los dos se levantaron del suelo con dificultad, y cuando se aprestaban a reanudar el combate, sintieron un chistido desde el cielo.

Al volverse vieron que la nube volvía a tener la forma de una mujer desnuda, de una mujer bella y carnosa, que los miraba como si dos hombres fueran poca cosa para ella. No era más que una nube que había tallado el viento, cuando además de lo sorprendente de la perfección de sus formas, se le sumaba el hecho de que los hubiera chistado.

El dibujo de la mujer en la nube abrió los brazos dejando ante sus ojos toda su desnudez, cuando los hermanos García, que miraban la misma nube desde algunos kilómetros de distancia pero de lado, comprendieron que la mejor vista debía estar para el lado de la casa de don Cúspide y cabalgaron hasta allí.

Al llegar se apearon, pero los cuñados no estaban dispuestos a compartir su privilegio, ya que la nube con forma de mujer parecía haberse echado sobre el cielo insinuando toda la carnosidad de sus nalgas, cuando Natanael les aseguró que se las verían fieras si no se iban en ese mismo instante de su tenencia.

No es de buen anfitrión andar echando a las visitas, dijo el mayor de los García mientras se acomodaba contra el muro de la casa que visitaba para poder ver mejor la nube. Y además que trajimos coca para compartir, dijo arrojando la bolsa contra el pecho de Toronjil.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD