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Competir en la categoría “malle moto” no es para cualquiera en el rally Dakar y el chaqueño Carlos Verza es uno de los pocos pilotos que continúa con la vieja tradición de la carrera más dura del mundo: sin asistencia ni un apoyo logístico propio.
El piloto de Roque Sáenz Peña confirmó a El Tribuno que dirá presente en la edición 40, donde correrá su cuarto Dakar, tras haber culminado decimosexto en 2015 y decimocuarto este año (en el medio tuvo que abandonar en el trayecto entre Salta y Belén, en 2016).
En la presentación oficial del próximo Dakar, en el Centro Cívico de Córdoba capital llevado a cabo el martes pasado, el chaqueño dialogó con este matutino sobre lo que significa volver a la mencionada competencia.
“Estoy muy contento y preparado para representar a la provincia de Chaco y al país dentro de la categoría malle moto. Para mí ya es una costumbre correr ahí”.
Su arribo a la rampa de llegada fue muy emotiva y en enero próximo va por más. “Vamos a tratar de hacer lo mejor posible en esta nueva edición, considero que hice todos los deberes durante el año para volver a correr y afrontar un nuevo Dakar”.
Etienne Lavigne, el director general de la competencia, dijo a este diario ese mismo día: “Tenemos un recorrido superdifícil y pienso que con Marc Coma hemos armado el trayecto más duro de la historia del Dakar en este continente”.
Sobre los dichos de Lavigne, Verza sostuvo: “El Dakar es una experiencia día a día, tratar de pasarla de la mejor manera, ese es mi objetivo cada vez que voy a la competencia”.
“En Perú sé que la arena será muy difícil y considero que con mucha paciencia e inteligencia vamos a sortear las dunas y llegar a destino”, cerró.
Cabe destacar que en el Dakar pasado Verza corrió con el traje de yaguareté, ya que busca concientizar sobre su peligro de extinción.