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En un país tan exitista como este, especialmente en una provincia agobiada por los rotundos fracasos en su deporte más popular, la racha negativa sin triunfos en las primeras cuatro presentaciones de Salta Basket en la Liga Nacional de Básquet comienza a hacer ruido y la gente se pregunta, ¿qué pasa con los infernales?
Claro, Salta Basket llegó a la mejor liga de Sudamérica sin prisa, pero sorprendió de entrada. Metió cuatro triunfos de ocho posibles y uno de estos en condición de visitante, en la ya lejana primera fase del Súper 20. Después mandó a su casa a Estudiantes de Concordia, con un resultado global a favor de los dirigidos por Ricardo De Cecco, 2 a 1.
San Martín de Corrientes fue el equipo encargado de estancar al representativo salteño. Le ganó de visitante y local. Lo apartó de la lucha por el título y, a partir del 2 de noviembre, los infernales tuvieron que preparar la Liga Nacional, cuyo debut sería el 4 de diciembre en casa ante Weber Bahía.
Durante ese período hubo un cambio de jugador que hasta el momento no dio frutos. Se fue Randal Falker porque, según expresó el elenco infernal en su comunicado, no logró adaptarse a la estructura del equipo y llegó Gabriel Mikulas, sin lugar en Atenas de Córdoba.
Si bien el proveniente de el griego no se caracteriza por su goleo, los primeros números fueron muy bajos para el refuerzo y coincidió en el bajón del resto del plantel.
Salta Basket ya jugó cuatro partidos, pero los perdió a todos y sabemos que si esto hubiese ocurrido en el fútbol, sería una catástrofe, justamente por el exitismo que hay.
No se discute el trabajo dirigencial, del cuerpo técnico y mucho menos del proyecto.
Lo que más hacía ruido en la previa del pase a la Liga Nacional era la proyección, o no, de sus juveniles y los basquetbolistas salteños U15 lograron el tercer lugar en el podio de la Mini Liga. También en breve comenzará a jugar el equipo de Salta Basket Desarrollo y, además, los chicos de diferentes escuelas jugaron el Jr. NBA.
El altibajo de los jugadores es lo que preocupa. Diego Gerbaudo, sin ser figura en todos los partidos, es el más regular. A veces aparece Ricky Harris, otras Pablo Espinoza. Pero aún no alcanza. El lunes, en el Delmi, ante La Unión de Formosa puede cambiar su rumbo.