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El "Mellizo" de los lamentos: "Me equivoqué hoy, pero no en los otros 23 partidos"

Guillermo Barros Schelotto intentó relativizar la derrota en el superclásico al asegurar que “lo más importante es salir campeón”. Pero fue autocrítico: “Dimos ventajas defensivas y las pagamos caro”. 
Domingo, 14 de mayo de 2017 23:40
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El entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto, relativizó ayer la derrota en el superclásico frente a River por 3 a 1 como local, al asegurar que “lo más importante es salir campeón”, y valorar que sigue líder del torneo de Primera División, con tres puntos de ventaja sobre San Lorenzo.
“Nos jugábamos el partido de la gente, ahora nos quedan seis fechas para poder sostener la punta y ser campeones. No hay excusa, estamos punteros y nos quedan seis partidos para ser campeones”, remarcó Barros Schelotto, visiblemente golpeado, en la conferencia de prensa posterior al clásico.
En ese sentido, el más famoso de los hermanos Barros Schelotto remarcó que “lo más importante es salir campeón”, porque Boca sigue como puntero, tiene “una ventaja” y deberá dar “todo de nosotros para quedarnos con el título”.
Respecto al análisis del juego, Barros Schelotto opinó: “En el primer tiempo cometimos errores defensivos que nos costaron (que River se pusiera por delante en el marcador)”.
“Después se emparejó, tuvimos chances para empatarlo, pero creo que pagamos caro esos errores del primer tiempo. Dimos ventajas defensivas que River aprovechó, tratamos a través del coraje y de la fuerza, tuvimos chances luchadas, pero no pudimos hacerlo a través del juego. Más con ganas que otras cosas, tuvimos opciones de gol, pero rebuscadas”, afirmó, a modo de autocrítica, el estratega platense tras el duro golpe recibido. 
Asimismo, Barros Schelotto reconoció que pudo haberse “equivocado”, pero enfrentó las críticas con las anteriores fechas. “Me puedo haber equivocado hoy (por ayer), pero en los otros 23 partidos no. Llevamos tres puntos de ventaja en la punta, entonces, ¿los otros 29 técnicos qué tienen que hacer?”, le preguntó Guillermo, con su conocido carácter irónico y combativo verbal, al periodista que lo cruzó en la conferencia de prensa.

Lo que viene
Por último, el orientador táctico del club de la ribera relativizó también la derrota de Newell’s Old Boys, el próximo rival en la Bombonera y uno de los oponentes directos del cuadro xeneize en la lucha por el título, en el clásico frente a Rosario Central, en el Coloso Marcelo Bielsa. “Uno puede analizar que llegan golpeados en la previa, pero lo importante es cuando empieza el partido. Vamos a entrenar, a preparar el partido e intentar buscar la victoria”, concluyó el Mellizo, sin dar indicios sobre si buscará modificaciones para subsanar los errores defensivos que se sucedieron sistemáticamente en el superclásico. El DT sabe que la derrota dejó signos preocupantes y que deberá tallar y dar de nuevo para que no se le escape el título.
 

Les arruinaron la fiesta
Como cada vez que reciben la visita de River Plate en la Bombonera, los hinchas de Boca esperan el momento oportuno para desplegar su arsenal de chicanas y gastadas para el rival de toda la vida. ¿La excusa perfecta para las cargadas? El descenso de categoría del millonario producido hace seis años, del cual los fieles xeneizes continúan acordándose en cada superclásico.
Sin embargo, a los parciales de Boca no les quedó otra que guardarse todo el color, las banderas, los trapos alusivos, los cánticos y los ya tradicionales atuendos de fantasmitas en alusión al descenso del equipo de la banda roja. Porque la fiesta adentro de la cancha fue toda de River: por el fútbol, los goles y el nuevo triunfo del millonario en la zona portuaria el cotillón xeneize pasó a un segundo plano, así como los cánticos para su clásico rival. “El que no salta abandonó...”, cantaron al unísono los hinchas auriazules a dos años del aniversario del vergonzoso suceso del gas pimienta; paradójicamente, el mismo “hit” que entonan los seguidores riverplatenses para describir idéntico suceso. Más de 50 mil almas se quedaron con las ganas de saborear un triunfo que no fue. 
En otro orden, en el marco del operativo Tribuna Segura, 20 barrabravas no pudieron ingresar a los cinco clásicos más importantes del fin de semana.
 

Mala pata de Centurión

Mucho se hizo en las semanas previas al superclásico para que Ricardo Centurión pueda superar el esguince en su rodilla izquierda, que lo tuvo un mes afuera de las canchas, para que llegue en plenitud al partido con River. El ex-Racing se restableció antes de lo previsto, pero ayer nada pudo hacer porque solo estuvo 18 minutos en cancha a raíz de una nueva lesión, en el isquiotibial de su pierna derecha. A Centurión lo reemplazó Walter Bou; sin embargo el xeneize perdió mucho de entrada sin su atacante más incisivo.

 

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