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El padre del quíntuple homicida de Santa Fe, dijo ayer que no va a perdonar a su hijo, que mató a la exesposa y a cuatro personas más. "A mi hijo no le importó nada, estaba poseído. En ese momento era un monstruo. Uno puede tener un problema de pareja, pero tener esa reacción no es normal para ninguna persona; no era un ser de este mundo, ni el peor delincuente comete esa locura", dijo Luis Solís, padre de Facundo Solís, de 33 años y agente del Servicio Penitenciario santafesino, quien el pasado viernes cometió el quíntuple homicidio en el barrio Alfonso.
En declaraciones a LT9 de Santa Fe el hombre expresó: "Estoy seguro que no sale más de la cárcel, tiene que pagar por lo que hizo". Y agregó: "Es difícil explicar lo que siento, porque yo estoy muerto en vida". Solís, quien se definió como "la sexta víctima" del hecho ocurrido en Santa Fe el viernes 29 de diciembre al mediodía, comentó que si bien tenía conocimiento que la pareja tenía problemas, la exesposa de su hijo "era muy reservada" y no le contaba nada.
Facundo Solís está acusado de asesinar a balazos con su arma reglamentaria a su expareja, Mariela Noguera; a una hija de 20 años de la mujer; al novio de esta; a la madre de su expareja y a la excuñada. Antes de quedar detenido se atrincheró en una de las viviendas de las víctimas y le disparó al hijo de su excuñada, quien fue trasladado al Hospital Cullen herido de bala y se recuperaba.
Solís tuvo dos hijos, de 5 y 9 años, con Noguera, y había sido denunciado por violencia de género en tres oportunidades. La víctima había trabajado en el área de Derechos Humanos de Santa Fe y cumplía tareas en el Ministerio de Justicia provincial.