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Dos merenderos dan batalla alhambre en Bº Diógenes Zapata

El viernes el denominado “La Mano de Dios” no funcionó por falta de insumos.La Nación ejecuta aquí obras millonarias pero la gente no tiene para comer. Vecino solidario.
Miércoles, 03 de octubre de 2018 03:10
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En el humilde barrio Diógenes Zapata, ubicado al norte de San José de Metán, con gran esfuerzo y a pulmón dos merenderos le declararon la "guerra" al hambre y contienen a más de 200 niños.

Uno se encuentra en la calle Lavalle al final y es impulsado desde hace cinco años por la vecina solidaria Fátima Navarrete. Este merendero se llama "La Mano de Dios" y alimenta a 40 niños.

Funciona en la casa de la mujer, en un techo precario acondicionado y cerrado con plásticos de silo bolsa. Los alimentos se preparan con fuego a base de leña.

Pero el viernes no se pudieron preparar los alimentos por falta de insumos. "No teníamos nada. Ni para hacer un té o postres como gelatina, mazamorra o arroz con leche. Es una pena porque mis niños llegaron con sus tazas y les tuve que decir que no pudimos hacer nada", dijo Navarrete a El Tribuno.

"La situación está muy difícil, muchos de los vecinos y comerciantes que nos colaboraban ahora ya no lo pueden hacer por la crisis que hay. Yo entiendo este problema, pero los chicos vienen porque tienen hambre. Incluso algunos van de un merendero al otro", destacó la mujer con lágrimas en los ojos.

Pero el lunes llegó una solución para ese lugar solidario porque un vecino de Metán hizo que le dieran de un supermercado lo necesario para continuar funcionando.

"Estoy muy agradecida por mis niños. Lo que ocurre es que nosotros no recibimos ninguna ayuda oficial ni subsidios. A este merendero lo impulso desde hace cinco años porque yo cuando era niña también iba a un comedor, donde me dieron mucho amor y contención y yo de alguna manera quiero devolver ese gesto que tuvieron conmigo", dijo Navarrete, emocionada.

Cabe destacar que en el barrio Diógenes Zapata, la Nación viene ejecutando obras de infraestructura millonarias. Pero hay un duro contraste con la realidad, porque en la zona hay desocupación y necesidades básicas insatisfechas.

Todo a pulmón

Muy cerca de allí funciona en la calle Lavalle 1094, el otro merendero denominado "Diógenes Zapata", que es impulsado, desde hace dos años, por Carolina Paz. Este merendero alimenta a diario y contiene a 169 chicos.

"Estamos funcionando a pulmón y gracias a la ayuda de la gente que trae sus donaciones. Ahora estamos esperando una de un evento que se hizo en la plaza San Martín, que es para la merienda", dijo Paz a El Tribuno.

"Los sábados cocinamos y recibimos donaciones de una carnicería. No recibimos subsidios, nos ayudan los vecinos, algunos comercios y la Municipalidad con lo que puede", destacó.

"En esta zona hay mucha necesidad y hay muchos chicos que necesitan estos alimentos por la situación que estamos viviendo. De lunes a viernes damos merienda y los sábados cocinamos", relató la vecina solidaria.

El comedor San José

Cerca de ese barrio, en la misma zona, en la histórica villa funciona el comedor San José, ubicado, que lleva el nombre del santo patrono de la ciudad de Metán.

Pero solamente recibe $10 por día para alimentar a cada niño, de los 130 que asisten a diario.

Desde 2005 el comedor está a cargo de las hermanas del Divino Redentor, quienes confirmaron que el Estado, entre la Nación y la Provincia, aporta $25.600 por mes para sostener el comedor al que concurren niños, jóvenes y las madres de muchos de los pequeños, de los barrios Villa San José, Diógenes Zapata y la Misión Aborigen, entre otros de la zona norte.

La institución funciona de lunes a viernes, cerca de la parroquia San José, un monumento histórico provincial. Cuenta con una asociación denominada también Divino Redentor que se encarga de recaudar fondos y que tiene 120 socios que hacen aportes desde $50. El comedor también se sostiene gracias a la colaboración de vecinos metanenses solidarios.

Hay voluntarias que trabajan en la cocina y para servir a diario a los comensales, que van ingresando por tandas. Al mediodía se alimentan los que van a entrar a la escuela y luego los otros, que salen de la escuela Juan Manuela Gorriti, que se halla en las inmediaciones.

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