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Sasha tiene 20 años y la noche del jueves salió a bailar con sus amigos a un boliche ubicado en Cabildo y Deheza, pero todo terminó mal. La joven denunció que la golpearon y la encerraron en el baúl de un auto: Apareció en la mañana del viernes adentro de un Renault Megane gris, logró escapar y pidió ayuda a un vigilador privado.
La joven vive en Bariloche y vino a visitar a sus hermano que viven en Olivos, Vicente López. En un momento de la noche, según su relato, se separó de su grupo y no recuerda nada más. El viernes al mediodía, según indicó su familia a Clarín, despertó encerrada en el baúl de un auto que estaba estacionado en el Centro Verde Núñez, ubicado en General Paz 98.
“La quisieron secuestrar. Tenía muchos golpes en la cabeza, raspaduras en todo el cuerpo y pasto”, dijo Elizabeth, su madre. “La asfixiaron, la quisieron matar. La trompearon. No sabe cómo se fue del boliche y alcanzó a comunicarse con su hermana porque tenía su celular en el baúl del auto”, agregó la mamá.
Sasha logró soltarse cuando un hombre fue al auto “a buscar unas herramientas”. En ese momento forcejearon pero el hombre volvió a cerrar el baúl. “Se ve que quedó mal cerrado porque luego mi hija hizo fuerza y lo pudo abrir”, comentó su mamá.
La joven salió corriendo y fue vista primero por un guardia de seguridad privado y luego, cuando llegó a avenida Del Libertador y General Paz, por un agente de tránsito que llamó a la Policía. Sasha fue trasladada por el SAME al hospital Pirovano. Cuando los agentes de la Policía de la Ciudad fueron al lugar donde apareció la víctima, encontraron el auto con el baúl abierto. La chica denunció que allí habían quedado su DNI y otras pertenencias.
El vehículo resultó ser de un empleado del centro de reciclado, que dijo que “no sabía que la joven estaba ahí” y quedó en libertad. La chica está siendo sometida a pericias para constatar si fue abusada sexualmente.