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De la tristeza y la desazón a la alegría y la esperanza en menos de 24 horas. Así podríamos sintetizar los estados de ánimo por los que pasó Maxi, un joven sandwichero que trabaja en la vía pública en el barrio de Once. Su foto se volvió viral ayer, cuando efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires le decomisaron los sándwiches de salame y queso que había preparado para ganarse unos pesos. También le quitaron el canasto que con mucho esfuerzo había comprado hace pocos días. La situación causó muchísima indignación la cual se tradujo horas después en una movida solidaria para ayudar al joven.
Los efectivos policiales le labraron un acta por infringir el artículo 83 del Código Contravencional. Al conocerse la situación, muchas personas quisieron ubicar a Maxi para comprarle sus productos y brindarle su solidaridad.
Foto gentileza Revista y Editorial Sudestada.
La historia
Maxi tiene 24 años, vive en el barrio de Constitución y toda su familia se dedica a la venta ambulante de sándwiches desde hace más de 25 años. Venden en la calle, en oficinas, en edificios, en canchas de fútbol, en recitales. Hasta hace dos años eran seis: Maxi, su papá, sus tres hermanos y su mamá. Pero en 2016 su mamá Carina se enfermó y ya no pudo salir. Entonces la venta bajó un poco. Pero se las arreglan.
Este es el facebook del pibe de los sánguches. Leí por ahí que le sacaron hasta el canasto. Yo le mandé un mensaje para decirle que lo queremos ayudar. Ustedes pueden hacer lo mismo: https://t.co/J0Pgi480vopic.twitter.com/NjpN4V0T3l
— zeta (@zetadice) 22 de marzo de 2018
Así como la situación de lo que le ocurrió a Maxi se viralizo en las redes, luego, y de la misma manera, se hizo viral el apoyo y la solidaridad de la gente. Hoy, Maxi está desbordado por los pedidos, pero contento y esperanzado.
Fuente: Cosecha Roja, Anred y Revista y Editorial Sudestada.