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28 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Una orquesta didáctica y llena de color sonó en el teatro

La Sinfónica recibió a miles de chicos ávidos de una experiencia distinta. 
Martes, 24 de abril de 2018 08:49
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La Orquesta Sinfónica de Salta tiene la característica de estar conformada por músicos de primer nivel capaces de interpretar las más complejas obras de la mano de eximios directores, y también es capaz de sacar carcajadas con sonidos preparados especialmente para enseñar. 
Miles de pequeños espectadores con delantales blancos o uniformados disfrutaron de una puesta en escena entretenida que fue armada para instruirlos acerca del funcionamiento de una orquesta. 
Bajo la batuta de la maestra Yeny Delgado y junto a artistas de la compañía teatral La Morisqueta, los asistentes de las dos jornadas se divirtieron y aprendieron con la historia de un pirata malvado que se roba la música y las partituras. Y como no podía faltar una heroína, aparece la pequeña Momo que es la encargada de recuperar el valioso tesoro.
Cristina Idiarte, que tiene una vasta experiencia en las tablas, es la directora de La Morisqueta y fue la encargada de producir la historia que, además, fue la primera que presentaron hace 10 años en el ciclo “Cultura a la vista” y como homenaje a los 20 años de la compañía. 
Y así, en un mundo que solo puede tener sentido en la creatividad propia de los niños, una princesa, dos simpáticas payasas y una vaca bailarina, lograron vencer a los malvados piratas y de paso, presentarles a los chicos las familias de instrumentos que componen una orquesta sinfónica: cuerdas, vientos y percusión. 
“Fue una experiencia increíble, enriquecedora para nosotros como compañía y para los músicos que supieron poner su talento y que nos entendamos en una puesta escénica”, contó Idiarte. 

Historia y música 
A través de una agencia de reclamos a la que Momo se queja por el robo de la música y los colores recorren las distintas épocas y los autores más reconocidos, sin olvidar las raíces folclóricas. 
Romances, luchas épicas y composiciones de clásicos como Bach, Beethoven y Verdi. Sonaron también sinfonías más latinas como el Huapango de Moncayo y una súper festejada chacarera “La chicharra cantora”. El momento culminante fue la interpretación de danza clásica de la “Vaca bailarina”. 
No podían faltar melodías más reconocidas por los oídos de los pequeños como de Piratas en el Caribe, la Guerra de las Galaxias, Moana y otras de sus películas favoritas.
La sorpresa fue la participación del percusionista Juan Sivila, quien asaltado por los piratas se quedó sin instrumento. Pero de todas formas, interpretó una versión de la “Donna è Mobile”. 
Los conciertos didácticos, fueron concebidos para ser brindados a establecimientos educativos, y tienen el propósito de aproximar a las nuevas generaciones al conocimiento de la música sinfónica: estilos, sensaciones, reconocimiento de instrumentos.
Inicialmente se realizaban en el Centro de Convenciones y se repetían en el año otorgando la posibilidad a diversos establecimientos de gestión pública y privada que año a año llevaban los alumnos a una experiencia distinta y educadora. 
Sin embargo, la puesta en escena de “Momo y el secreto de la música” fue estreno y despedida con cuatro funciones en dos días que no se volverán a repetir durante el año, teniendo en cuenta que el cronograma del Instituto de Música y Danza ya se encuentra cerrado para 2018. 
El ajuste presupuestario llegó a la cultura, y si bien los cuerpos estables siguen funcionando, muchos establecimiento quedaron fuera de esta propuesta que tanto entusiasma a los más pequeños. 

 

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