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Un trabajador perdió la vida al ser abordado salvajemente por un grupo de jóvenes, quienes lo atacaron en la modalidad "piraña" para arrebatarle el celular, y como intentó resistir el ataque lo apuñalaron.
El crimen se comenzó a gestar, según fuentes policiales consultadas anoche por El Tribuno, en las primeras horas de la mañana de ayer.
Sobre calle Bustamente, al final, caminaba Adrián Montenegro, de 50 años de edad, jornalero de la construcción y trabajador rural, quien no se había percatado que sobre la esquina de Justina Leyra lo esperaba un grupo de jóvenes, la mayoría bajo los efectos de la droga, quienes sin más palabras le exigieron sus pertenencias, tras lo cual el más audaz intentó derribarlo.
Fuentes policiales aseguraron que Montenegro, de robusta contextura y de ruda profesión, se sacó de encima a varias de las "pirañas", acto que enardeció a uno de ellos, quien logró asestarle una profunda herida a la altura del muslo izquierdo.
Montenegro fue asistido por vecinos, y ante la profusa hemorragia, probablemente por sección de la arteria femoral, y la tardanza de la asistencia pública decidieron llevarlo en un medio particular al hospital San Vicente de Paúl.
El hombre fue intervenido quirúrgicamente pero a las 8 de la mañana un paro cardiorrespiratorio acabó con su vida.
Recién luego de conocerse el deceso la Justicia ordenó a la Brigada de Investigaciones tomar cartas en el asunto, ya que hasta entonces la agresión salvaje contra el trabajador rural era una denuncia más en la violenta e insegura ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.
Al cierre de esta edición se supo que solo una persona había sido localizada y detenida, aunque los vecinos aseguraron a El Tribuno que en el ataque había un grupo numeroso de malvivientes.
La misma calle
Aunque las coincidencias pueden no existir, el crimen de Adrián Montenegro se produjo solo 24 horas después que en la misma calle Bustamante, diez cuadras más abajo, un chico perdiera la vida luego de ser herido, también con un cuchillo, durante una disputa entre propios compañeros de adicciones. El criminal, ya detenido, tiene solo 17 años.
Lo cierto es que la Brigada de Investigaciones dio respuestas inmediatas, aunque incompletas a un problema que alarma: los homicidios casi a diario.
En el 2017 los crímenes por distintas causas, muchos de ellos ligados a las drogas, consumo, venta o transporte, o al alcohol mostraron un número récord que puso a la capital del departamento entre las ciudades más violentas del interior.