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El transporte de pasajeros, tanto urbano como interurbano, junto al servicio de agua, son por lejos los más deficientes de Tartagal.
Solo basta ver el estado calamitoso de las unidades que recorren los diferentes barrios de la ciudad y localidades cercanas, el incumplimiento en los horarios, las deficiencias en la higiene, entre otros detalles importantes que afectan en forma directa a miles de personas que se ven obligadas a usar esas unidades porque no tienen más opciones.
La única empresa que tiene unidades en mejores condiciones, pero que no realiza el servicio urbano es Urkupiña, que tiene a su cargo y comparte junto a otras dos empresas la ruta a Salvador Mazza.
Todas contra Urkupiña
Juan Martín Crossa es apoderado de las empresas Fénix, San Antonio y Río Pilcomayo.
Esta última presta el servicio a Santa Victoria Este y otros parajes del Chaco salteño y, según el abogado tartgalense, "el conflicto la tienen todas contra Urkupiña porque se caracteriza por no respetar los corredores, ni las rutas ni los horarios".
"La Comisión de Regulación de Transporte, que debe aplicar las leyes que regulan la actividad, tiene siete inspectores para toda la provincia, lo que hace imposible cualquier tipo de control. Eso facilitaba las maniobras desleales de Urkupiña, lo que llevó a que varias empresas se fundan, porque las terminó haciendo deficitarias como sucedió con Taeb, o la Cooperativa Satap, que tenía el corredor Tartagal - Vespucio", agregó.
"A esto se suman una serie de condiciones que nunca cumplió, como el compromiso de absorber trabajadores de las empresas que no pudieron competir cuando presentó su última oferta. Hizo un ofrecimiento extraordinario ante el organismo regulador que nunca cumplió", manifestó.
Denuncia penal
Martín Crossa explicó: "Urkupiña se tomó la atribución de desdoblar las líneas que asignadas, por lo que en lugar de hacer Mosconi - Salvador Mazza, decidió hacer Mosconi - Tartagal y Tartagal- Salvador Mazza con el perjuicio que implicó para Satap. Esta y otras maniobras las hemos denunciado en diversas ocasiones. Una de esas denuncias fue contra el abogado de la Comisión, Oscar Cruz, hijo del dirigente de UTA, que ahora es abogado de Urkupiña", dijo.
"Sentíamos que había un favoritismo con Urkupiña hasta que comprobamos que el doctor Cruz compró una camioneta de alta gama, la más cara de esa línea y la pagó con cheques de Urkupiña. Esa denuncia se está tramitando pero los plazos de la Justicia no son los que todos quisiéramos. Cruz ya dejó de ser abogado de la CPRT, pero nunca pudo explicar por qué un funcionario público abonó un vehículo carísimo con cheques de una empresa a la que debía controlar, la misma a la que el organismo le permitía cometer todo tipo de abusos y a la que actualmente él asesora", remarcó Martín Crossa.