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Finalmente el Tribunal compuesto por los jueces Mónica Faber (presidenta), Marcelo Rubio y María del Milagro López condenaron a dos jóvenes por la muerte de Jonathan Burgos, acaecida en marzo del 2017, pese a la férrea defensa ejercida por Marcelo Eduardo Arancibia, quien finalmente salvó de alguna manera a Toconás de 23 años de prisión efectiva, como lo había solicitado el fiscal, o la cadena perpetua que sostuvo la querella ejercida por Rodrigo Escovar.
Finalmente Jorge Toconás fue sentenciado a 20 años de prisión por el delito de homicidio simple por resultar autor material del delito. En tanto, el menor de apellido Rojas, cómplice, fue declarado penalmente responsable del delito de lesiones.
Los jueces de la Sala V del Tribunal de Juicio condenaron por unanimidad, a Jorge Damián Toconás por el cúmulo de pruebas en su contra, pero además por su pésimo comportamiento procesal al momento de los trágicos hechos.
Con ese panorama en contra mucho tuvo que bregar la defensa del ahora condenado para evitar que el máximo de años previsto para el homicidio simple le caiga sobre su defendido, o directamente lo solicitado por la querella, montada sobre los argumentos de la fiscalía. Arancibia intentó en todo momento demostrar que el resultado fatal se produjo durante una riña y por esa causa solicitó el mínimo del homicidio simple o el indubio pro reo, el beneficio de la duda.
Toconás fue condenado por entender el tribunal que resultó ser el autor material y penalmente responsable del delito de homicidio simple en perjuicio de Jonathan Ezequiel Burgos, de 17 años, y en esa calificación fue sancionado, casi sin agravantes.
Se ordenó el traslado del condenado a la Unidad Carcelaria 1 y que, por secretaría, se realice el correspondiente cómputo de pena. En tanto que el otro imputado, A. R. G. (menor de edad al momento del hecho), fue declarado penalmente responsable del delito de lesiones.
El crimen
El hecho por el cual fueron juzgados ambos acusados ocurrió el 31 de marzo de 2017 en el Grupo 648 de Castañares. Jonathan Ezequiel Burgos fue agredido por los imputados con un ladrillo y un palo.
A raíz de los golpes recibidos, Burgos sufrió fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica y quedó internado en el hospital San Bernardo, donde falleció días después, el 24 de abril.
Cruel e inexplicable
La muerte de Jonathan Exequiel Burgos fue finalmente esclarecida gracias a los dichos de los testigos.
La mayoría de ellos coincidieron en la ferocidad del ataque de Jorge Toconás contra un joven yacente e indefenso. Ese cúmulo de testimonios complicaron sobremanera a Toconás y, en contrapartida, beneficiaron a su cómplice en la agresión, el menor Rojas.
Los testigos a lo largo de las audiencias remarcaron con claridad meridiana como autor material a Toconás, y esto se vio graficado en los alegatos, donde tanto el fiscal como la querella coincidieron en solicitar lo más gravoso para el principal acusado y de alguna manera se olvidaron o beneficiaron a quien el grado de la coautoría lo tenía a su medida. Los familiares de la víctima salieron conformes con la durísima condena que aplicaron a Toconás, pero disconformes con el tratamiento recibido por su cómplice aquella noche.
En tanto, los allegados a Toconás se mostraron contrariados con la severidad de lo solicitado, tanto por el fiscal como por el querellante. El tribunal dio en parte razón a la defensa y no se dejó tentar por una perpetua, falló por el homicidio simple.