¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La Argentina tan temida

Jueves, 13 de septiembre de 2018 00:00
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Para contener la devaluación, el gabinete de Mauricio Macri subió a niveles históricos la tasa de interés.

En casi tres años de mandato, esta es quizá la crisis más grave que ha enfrentado el presidente cuyo gabinete anunció este jueves dos medidas para contener la devaluación: vender US$ 330 millones en el mercado de valores y subir la tasa de interés al 60%, la más alta del mundo.

Para muchos, son paños de agua tibia. Se sabe que se viene más inflación, más incertidumbre, más complicaciones para quienes dependen del crédito o las importaciones.

Las causas y consecuencias de esta devaluación -que ya completa 50% en un año- son diversas, ambiguas y, sobre todo, dependen del lugar político en que se pare quien las explica.

*Entre el gradualismo y el ajuste

Muchos hablan de un gobierno que no termina de explicar sus objetivos: si va a continuar con el histórico déficit fiscal de uno de los países más asistencialistas de América Latina o si va a ajustar tajantemente, acabando con un déficit que genera inflación pero le da un golpe tremendo a los millones de argentinos que dependen del Estado.

La decisión es compleja para una coalición oficialista que busca ser reelecta dentro un año. Pero la ambigedad, aseguran los expertos, es como un repelente de las inversiones. Macri, empresario e ingeniero, quiso resolver la excesiva inflación y el déficit heredados del gobierno de Cristina Kirchner de la mano del mercado: saldando cuentas, emitiendo deuda y convirtiendo a Argentina en un destino de turismo financiero. Su receta para ajustar el gasto fue el "gradualismo" en lugar de un tajante "sangre, sudor y lágrimas".

En mayo, cuando se produjo la primera fuerte caída del peso de su gestión, se probó que los inversionistas estaban hartos del gradualismo. A medida que aumentó la incertidumbre sobre el rumbo de la economía del país, los capitales se fueron y Macri, al menos en apariencia, se quedó sin respuestas para una economía que venía mal desde el segundo gobierno de Cristina Kirchner.

* El contexto internacional

Quizá el error más grave de Macri, lo dicen incluso sus partidarios, fue malinterpretar el contexto internacional: en un momento de auge del proteccionismo, Macri decretó que Argentina "volvería al mundo". Al volcar el financiamiento a los mercados internacionales se exacerbó la ya histórica vulnerabilidad de la economía argentina. Entonces: cuando Estados Unidos subió sus tasas de interés, cayó el peso; cuando Donald Trump anunció aranceles al aluminio, cayó el peso; cuando Turquía entró en crisis, cayó el peso. Y así. Ninguna otra moneda de mercados emergentes sufre tanto como la argentina cuando se produce un movimiento que genera tensión financiera y política a nivel global.

* La herencia histórica

Lo que hace más grave la situación actual es que Macri fue elegido precisamente para resolver la economía, que ya venía de capa caída desde el segundo gobierno de Cristina Kirchner. Con una agenda proteccionista de control de cambios y fuerte emisión de dinero para impulsar el consumo, Kirchner dejó un Estado con alto déficit fiscal e inflación y al borde de la recesión. Hoy esos números macroeconómicos siguen en rojo o están peor, pero el gobierno dice que es el costo de "dejar de mentir" y "dejar el populismo".

Pero, según los analistas, las crisis anteriores han demostrado que cuando Argentina entra en crisis, países como Paraguay y Bolivia viven una pequeña lluvia de inversiones.

Los grandes inversionistas argentinos, pendientes de rentabilizar su capital en dólares, irán a países con economías más predecibles.

Un motivo más, entonces, para preocuparse.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD