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Aron Cuevas jamás se olvidará de su cumpleaños número 5. Fue la primera vez que le festejaron el día con sus hermanitos y su mamá. Pero fue una casualidad... aunque dicen que las casualidades no existen.
El miércoles por la tarde, mientras el móvil 1407 de la dependencia 105 de La Merced realizaba tareas de control y patrullaje en inmediaciones de la ruta provincial 36 y nacional 68, vieron a un pequeño niño deambulando por la zona junto con unos perros.
A simple vista resulta una postal común del interior. Sin embargo, a los policías que patrullaban les llamó la atención que el niño estaba desabrigado y con las zapatillas rotas.
Entonces, uno de los uniformados le preguntó al niño: “¿Qué andás haciendo solo por acá?”, y el niño frenó su marcha y le respondió: “Jugando y caminando. Hoy es mi cumpleaños, ya tengo cinco, soy grande”.
El pequeño se sentó en una piedra a observar a la patrulla realizando el control vial en ese lugar; y los policías no lo perdían de vista a él.
“Me llenó de congoja ese niño. Me acordé cuando yo era chico. Llamé a mis compañeros de la patrulla y mientras realizábamos nuestros trabajo de control, nos contactamos con nuestra comisaría para que fueran a corroborar los datos brindados por el niño”, contó uno de los policías solidarios.
Inmediatamente desde la Comisaría se acercaron a la humilde casita de la familia de Aron. La casilla de madera está ubicada en el camino a la ripiera, a escasos metros de la conocida carpa bailable de La Florida. “Dos familias viven en esa casilla, son cinco chicos y otros tantos adultos. La madre del niño nos confirmó que era el cumpleaños de Aron y que nunca se lo habían podido festejar por falta de medios”, contó otro policía.
Cuando la patrulla regresó a la dependencia de La Merced, unos 8 kilómetros hacia el norte de La Florida, hicieron una colecta entre el personal para la compra de una torta, cotillón, y bolsistas con golosinas y gaseosa. También juntaron ropa de abrigo en muy buenas condiciones y calzado.
A las 6 de la tarde volvió la patrulla con más policías para organizar en la casilla de la familia de Aron un increíble cumpleaños.
El niño se mostró sorprendido por tanto cariño de estas personas a quienes siempre mira mientras hacen los controles viales en la ruta 68.
Como regalo de los policías, el pequeño recibió un par de zapatillas deportivas rojas, un sueño hecho realidad para este pequeño cuyo viejo calzado estaba destruido. Al punto que “me entraba aire por todos lados”, comentó el niño a los policías.
“La vida es complicada, tenemos varios chicos entre dos familias que vivimos en esta casilla. Hay veces que nos ayudan pero estos cumpleaños pasan como un día normal. Estamos muy agradecidos a estos policías. Los niños no se olvidarán nunca de este día” dijo la madre del niño, Irene Córdoba.
El cumpleaños tuvo cantos, bolsitas con sorpresas para los niños y una deliciosa torta. Los globos adornaron la casilla, las risas de Aron y sus hermanitos le dieron calor a la jornada fría cerca del río La Florida.
Los policías que protagonizaron esta acción son la oficial Guadalupe Díaz, suboficial Agustín Díaz, la cabo Mariana Acosta, el chofer del móvil cabo Mario González, la cabo Norma Díaz y el agente Sebastián Guaymás, todos a cargo del comisario Gustavo Gutiérrez, de La Merced.
Gracias a la sensibilidad de estos policías de la Comisaría 105, por primera vez en su vida Aron tendrá una foto de cumpleaños con una torta y regalos. Pequeños gestos solidarios. Grandes ejemplos para mitigar las asimetrías de la pobreza.