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El Coloquio de IDEA siempre es caja de resonancia de la situación del país. Esta edición N§56, una versión virtual pero con la participación de cerca de 15 mil empresarios, se produce en un momento crucial. La distancia entre el dólar paralelo y el oficial recuerda noches negras de nuestra economía; y promesas emblemáticas como "el que apueste al dólar, perderá" o "el que depositó dólares, recibirá dólares". Por cierto, el desconcierto económico ya atraviesa cinco décadas.
Ayer, los empresarios pidieron "un plan económico para tener un punto de referencia sobre hacia dónde vamos; y un consenso básico, para generar confianza". Ni las medidas con cuentagotas ni el acuerdo con el FMI transmiten seguridades. Y la política, mucho menos. El gesto de Alberto Fernández al inaugurar el coloquio fue muy reconocido; su mensaje no despejó ambigedades. "Algunas expresiones de las expresidenta no ayudan ... y del expresidente, tampoco", dijo un empresario. No se refirió a Alberto Fernández. Es difícil esperar un consenso básico cuando el bisoño jefe de Gabinete agravia a las movilizaciones opositoras, cuando se congelan las tarifas de las telecomunicaciones y se impulsan expropiaciones como las intentadas contra Vicentín y Telecom. O cuando se resuelve una protesta policial atacando al Gobierno porteño. "Los argentinos queremos invertir en el país, pero con decisiones reaccionarias como el impuesto a los bienes nadie se va a entusiasmar", aportó otro hombre de negocios. Con US$ 440.000 millones depositados por argentinos en el exterior, habría que empezar a bajar los decibeles.
El presidente y los participantes del Coloquio sabían que la pandemia es un gran problema y que Mauricio Macri fracasó; pero también que la fractura macroeconómica y el déficit del Estado tienen muchos años y que desbarrancaron por completo con el cepo cambiario de 2011.
Al pedirle un plan, los empresarios dan por sentado que este es un gobierno sin programa, y reclaman elegantemente que dejemos de buscar culpas en el pasado y afuera.
Todo parece indicar que le están pidiendo peras al olmo.