La cuarentena los agarró juntos. Ramón y Jesús tiene gustos diferentes a la hora del deporte, uno es boxeador y el otro, tenista; dos juegos bastante individualistas, pero comparten el mismo apellido, Quiroga, y el departamento donde pasan los días aislados como la mayoría de la sociedad argentina. Matan el tiempo entrenando, a veces juntos y otras tantas separados esperando retomar sus carreras en busca de mayores recompensas de las que ya tuvieron.
Ramón y Jesús son parte de una familia de ocho hermanos que se criaron en Orán. La lógica que a veces viene cuando se comparte el mismo lazo sanguíneo en sus casos no funcionó. Jesús desde los tres años sabía que quería ser tenista, mientras que a Jesús le pasó algo similar pero eligiendo el deporte de los puños.
Ambos salieron de Orán buscando nuevos horizontes; Ramón se fue a Mendoza a entrenar bajo la tutela de Pablo Chacón, bronce olímpico en Atlanta 1996 y excampeón del mundo, mientras que Jesús enfiló hacia Buenos Aires, más precisamente a Pilar, para entrenar con Juan Carlos Castagnaro, que años atrás supo dirigir a la oranense Tania Abraham.
“Cuando todo esto comenzó todavía estaba entrenando y recién tenía planeado competir en estos meses. Tenía en la agenda algunos torneos Future por la zona y también en Paraguay, pero llegó el coronavirus. Ahora cuando todo esto pase ni siquiera sabemos si vamos a poder seguir jugando”, contó el tenista a El Tribuno.
La suspensión de actividades para evitar la propagación de coronavirus también afectó a Ramón puesto que estaba a días de disputar el Preolímpico en el Cenard de Buenos Aires con la posibilidad de lograr una plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que también fueron aplazados.
“La suspensión justo nos agarró cerca del Preolímpico. Nos dijeron que se va a hacer el 27 de marzo del año que viene porque también se aplazaron los JJOO. Ahora hay que esperar que pase esta situación, por mi parte sigo entrenando bajo la dirección de los entrenadores de la Selección argentina”, dijo el boxeador amateur, uno de los mejores de la temporada 2019.
El Hormiga, su apodo en el mundo del boxeo, tuvo n 2019 con buenos resultados. El mayor fue la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima; también disputó el Mundial amateur y a principios de este año participó en el campamento de entrenamiento que la Asociación Mundial de Boxeo organizó en Colombia. Por todo esto, el oranense está ternado a los premios Firpo en la categoría de mejor amateur.
Jesús también vivió importantes desafíos la pasada campaña. Fue el año del gran salto al dejar los campeonatos juniors de la Asociación Argentina de Tenis (fue número uno del país en 2018) para ir a los torneos Future, el primer paso del tenis profesional. Jugó dos torneos en Bolivia, otros dos en Argentina y uno en Chile.
Ramón (23) y Jesús (21) persiguen sueños como cualquier deportista y se animan a compartirlos.
“Más allá de que yo tenga ganas tiene que ver mucho el trabajo. Mi objetivo en si de acá a tres o cuatro años más es figurar entre los mejores 200 jugadores del mundo. Es muy duro, es un largo trayecto pero estoy en eso”, señaló Jesús que le tomó el gusto al tenis al criarse al lado de un club de tenis en Orán.
Para cumplir con su objetivo, Jesús sabe que será necesario ir a jugar a Europa y ya tiene un plan para ello. “Tengo muchas ganas de irme el año que viene a Europa, quiero ir a jugar interclubes donde voy a empezar a ganar mi propio dinero y luego invertirlo en torneos profesionales. Los Futures son claves, porque si yo me fogueo bien ahí pudo apuntar a los Challenger y los ATP”, agregó el tenista que tiene como modelo a Diego Schwartzman.
En tanto, los objetivos de Ramón están unidos a la posibilidad de convertirse en representante olímpico y después buscar el campo profesional.
“Para este año me queda seguir trabajando, sumar algunas peleas y disputar el Preolímpico el año que viene. Estar en los Juegos Olímpicos es mi objetivo y después entrar al profesionalismo. Ahora que se aplazaron vamos a tener más tiempo para prepararnos y concentrarnos”, señaló el Hormiga a El Tribuno.
Los desafíos que tiene por delante son diferentes, pero hoy están enfrentando el aislamiento esperanzados en lo que puede venir pero también con lagunas urgencias. “Hoy no estoy generando nada de dinero. Estoy esperando que esto termine para poder ganar algo de dinero porque tengo que pagar mis cuentas”, dijo Jesús que a causa de la inactividad dejó de recibir los ingresos por su trabajo como profesor de tenis.
“Yo tengo una beca que me da el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) pero a veces no me alcanza porque tengo que ayudar a mi familia. Acá está muy complicado todo porque es muy caro y tratamos de llevar la situación como sea”, expresó Ramón sobre el momento que están viviendo.
Es la misma situación que muchos protagonistas del mundo del deporte están atravesand . Viven el momento, siguen entrenando y pensando en el instante en que vuelvan al court de tenis o al ring de boxeo buscando los objetivos del deporte profesional que tienen bien definidos.
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La cuarentena los agarró juntos. Ramón y Jesús tiene gustos diferentes a la hora del deporte, uno es boxeador y el otro, tenista; dos juegos bastante individualistas, pero comparten el mismo apellido, Quiroga, y el departamento donde pasan los días aislados como la mayoría de la sociedad argentina. Matan el tiempo entrenando, a veces juntos y otras tantas separados esperando retomar sus carreras en busca de mayores recompensas de las que ya tuvieron.
Ramón y Jesús son parte de una familia de ocho hermanos que se criaron en Orán. La lógica que a veces viene cuando se comparte el mismo lazo sanguíneo en sus casos no funcionó. Jesús desde los tres años sabía que quería ser tenista, mientras que a Jesús le pasó algo similar pero eligiendo el deporte de los puños.
Ambos salieron de Orán buscando nuevos horizontes; Ramón se fue a Mendoza a entrenar bajo la tutela de Pablo Chacón, bronce olímpico en Atlanta 1996 y excampeón del mundo, mientras que Jesús enfiló hacia Buenos Aires, más precisamente a Pilar, para entrenar con Juan Carlos Castagnaro, que años atrás supo dirigir a la oranense Tania Abraham.
“Cuando todo esto comenzó todavía estaba entrenando y recién tenía planeado competir en estos meses. Tenía en la agenda algunos torneos Future por la zona y también en Paraguay, pero llegó el coronavirus. Ahora cuando todo esto pase ni siquiera sabemos si vamos a poder seguir jugando”, contó el tenista a El Tribuno.
La suspensión de actividades para evitar la propagación de coronavirus también afectó a Ramón puesto que estaba a días de disputar el Preolímpico en el Cenard de Buenos Aires con la posibilidad de lograr una plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que también fueron aplazados.
“La suspensión justo nos agarró cerca del Preolímpico. Nos dijeron que se va a hacer el 27 de marzo del año que viene porque también se aplazaron los JJOO. Ahora hay que esperar que pase esta situación, por mi parte sigo entrenando bajo la dirección de los entrenadores de la Selección argentina”, dijo el boxeador amateur, uno de los mejores de la temporada 2019.
El Hormiga, su apodo en el mundo del boxeo, tuvo n 2019 con buenos resultados. El mayor fue la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima; también disputó el Mundial amateur y a principios de este año participó en el campamento de entrenamiento que la Asociación Mundial de Boxeo organizó en Colombia. Por todo esto, el oranense está ternado a los premios Firpo en la categoría de mejor amateur.
Jesús también vivió importantes desafíos la pasada campaña. Fue el año del gran salto al dejar los campeonatos juniors de la Asociación Argentina de Tenis (fue número uno del país en 2018) para ir a los torneos Future, el primer paso del tenis profesional. Jugó dos torneos en Bolivia, otros dos en Argentina y uno en Chile.
Ramón (23) y Jesús (21) persiguen sueños como cualquier deportista y se animan a compartirlos.
“Más allá de que yo tenga ganas tiene que ver mucho el trabajo. Mi objetivo en si de acá a tres o cuatro años más es figurar entre los mejores 200 jugadores del mundo. Es muy duro, es un largo trayecto pero estoy en eso”, señaló Jesús que le tomó el gusto al tenis al criarse al lado de un club de tenis en Orán.
Para cumplir con su objetivo, Jesús sabe que será necesario ir a jugar a Europa y ya tiene un plan para ello. “Tengo muchas ganas de irme el año que viene a Europa, quiero ir a jugar interclubes donde voy a empezar a ganar mi propio dinero y luego invertirlo en torneos profesionales. Los Futures son claves, porque si yo me fogueo bien ahí pudo apuntar a los Challenger y los ATP”, agregó el tenista que tiene como modelo a Diego Schwartzman.
En tanto, los objetivos de Ramón están unidos a la posibilidad de convertirse en representante olímpico y después buscar el campo profesional.
“Para este año me queda seguir trabajando, sumar algunas peleas y disputar el Preolímpico el año que viene. Estar en los Juegos Olímpicos es mi objetivo y después entrar al profesionalismo. Ahora que se aplazaron vamos a tener más tiempo para prepararnos y concentrarnos”, señaló el Hormiga a El Tribuno.
Los desafíos que tiene por delante son diferentes, pero hoy están enfrentando el aislamiento esperanzados en lo que puede venir pero también con lagunas urgencias. “Hoy no estoy generando nada de dinero. Estoy esperando que esto termine para poder ganar algo de dinero porque tengo que pagar mis cuentas”, dijo Jesús que a causa de la inactividad dejó de recibir los ingresos por su trabajo como profesor de tenis.
“Yo tengo una beca que me da el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) pero a veces no me alcanza porque tengo que ayudar a mi familia. Acá está muy complicado todo porque es muy caro y tratamos de llevar la situación como sea”, expresó Ramón sobre el momento que están viviendo.
Es la misma situación que muchos protagonistas del mundo del deporte están atravesand . Viven el momento, siguen entrenando y pensando en el instante en que vuelvan al court de tenis o al ring de boxeo buscando los objetivos del deporte profesional que tienen bien definidos.