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Las tormentas y lluvias de verano generan una gran inestabilidad en el norte de la provincia, ya que en días de pleno sol, en un par de horas o menos, las condiciones climáticas cambian sustancialmente.
Eso sucedió en Campamento Vespucio ayer, cuando una fortísima tormenta de verano cayó sobre la localidad, aunque no se produjo en las localidades vecinas, al menos con tanta intensidad.
"Era una cortina de agua, no se veía absolutamente nada y fue una intensa lluvia; tuvimos mucho miedo", contó Jorgelina, una vecina que como muchos vespuceños fue testigo de la manera en que el agua que baja de los cerros hizo colapsar las alcantarillas de desage, formando fuertes remolinos en pleno centro de la localidad.
Vespucio no es cualquier localidad del norte, ya que su particular ubicación, prácticamente sobre las serranías del oeste, la hacen más vulnerable a este tipo de eventos climáticos imprevistos. Años atrás ya sufrieron una suerte de alud cuando el agua con mucho sedimento afectó las viviendas; pero en el recuerdo de los antiguos pobladores sigue latente la trágica situación vivida hace algunas décadas, cuando el desmoronamiento de los cerros tuvo como saldo la muerte de varios vecinos.
"Pedimos que se hagan los trabajos que se necesitan para que las alcantarillas no colapsen y que el agua pueda drenar sin impedimentos, y con toda facilidad porque dada la pendiente que tiene todo el campamento, corre de una manera que genera mucho temor", explicó otro habitante vespuceño.